Un video de un hombre que utiliza un dispositivo para silenciar bocinas en una playa, generó un intenso debate en redes sociales. Según La 100 , el invento, llamado “Pocket Gone”, fue desarrollado por el programador argentino Roni Bandini, conocido por su participación en la cultura maker y por diseñar soluciones tecnológicas únicas.
En el video compartido en X (antes Twitter), Bandini demostró cómo su dispositivo interfiere con la conexión Bluetooth de un altavoz cercano y deja el lugar en silencio. “Pocket Gone 1, JBL Boombox 0″, escribió y su publicación desató una ola de comentarios, tanto a favor como en contra. Mientras algunos lo consideraron una solución ingeniosa a la contaminación auditiva, otros lo vieron como una invasión a la privacidad.
Cómo funciona el Pocket Gone: el hack tecnológico detrás del silencio
De acuerdo con IP , el Pocket Gone opera interfiriendo en la señal Bluetooth de los parlantes. Al detectar la dirección pública del dispositivo, este invento envía múltiples solicitudes que sobrecargan la conexión, obligando al altavoz a detenerse. Sin embargo, su funcionamiento se limita a conexiones Bluetooth y no afecta dispositivos conectados por cable.
Aunque la música que bloqueó en el video no era reguetón, Bandini también desarrolló un dispositivo llamado “Reggaeton Be Gone”, diseñado específicamente para este género musical. El aparato identifica canciones de este género a través de una base de datos y bloquea la reproducción. Aunque Bandini aclaró que no planea comercializar sus inventos, ofrece talleres para enseñar a otros cómo fabricarlos.
Cabe destacar que el uso del Pocket Gone generó división en redes sociales. Según El Trece , varios usuarios expresaron su entusiasmo por adquirir uno de estos dispositivos y lo calificaron como herramientas para mantener la tranquilidad en espacios públicos. Sin embargo, otros señalaron que interferir en la experiencia de terceros puede ser problemático e incluso ilegal.
Contaminación en lugares de esparcimiento genera daños a la salud
El ruido generado por bocinas de alto volumen en las playas no solo rompe con la tranquilidad que los turistas buscan al viajar, sino que también genera impactos negativos en su salud.
Según Jesús Martínez Miranda, médico general e integrante del Colegio de Medicina General del Estado, dijo a El Sol de México, que escuchar música a altos decibeles en lugares destinados para el descanso puede provocar estrés, ansiedad e irritabilidad. En lugar de relajarse, muchos visitantes regresan a casa más tensos de lo que llegaron.
El médico también subrayó que, aunque algunos turistas disfrutan de la música y el ambiente festivo, otros buscan tranquilidad.
El impacto de la contaminación auditiva en las playas de México
La discusión sobre el Pocket Gone resalta un problema recurrente en playas de todo el mundo incluidas las mexicanas: la contaminación auditiva. Según El Sol de México, durante temporadas vacacionales como Semana Santa, el uso de bocinas de gran tamaño afecta la tranquilidad de los bañistas que buscan relajarse al sonido del mar.
En destinos turísticos como Zihuatanejo, las autoridades locales implementaron medidas desde hace algunos años para reducir este problema. Retienen hasta 20 bocinas al día en los accesos a las playas, sin embargo, algunos visitantes logran evadir los filtros de vigilancia.
Cortesía de Xataka
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