El gobernador del departamento colombiano de Norte de Santander, William Villamizar, declaró una “emergencia social y económica” en esa región debido a la crisis humanitaria causada por los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona del Catatumbo.
Los enfrentamientos que empezaron el jueves pasado en el Catatumbo dejan hasta el momento unos 80 muertos, mientras que unas 20 mil personas fueron desplazadas por la violencia, según autoridades locales. La delicada situación llevó al presidente colombiano, Gustavo Petro, a declarar el estado de conmoción interior y emergencia económica en todo el país.
“Esto es una tragedia humanitaria”
La declaración de emergencia social y económica en Norte de Santander permite “mover el presupuesto para adquirir alimentos, medicamentos, colchonetas, ventiladores, ropa y todo lo que necesitan las víctimas y desplazados que se encuentran en los albergues de Tibú, Ocaña y también en Cúcuta”, dijo el gobernador Villamizar. Las caravanas de desplazados continúan su viaje forzado desde los diferentes caseríos del Catatumbo para escapar de los enfrentamientos y de la persecución del ELN, que en muchos casos han ido casa por casa buscando a sus víctimas.
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, señaló que son más de 20 mil los desplazados que huyeron de las zonas más afectadas para recalar en algunas de las principales ciudades de Norte de Santander, como la mencionada capital, u Ocaña. “Esto es una tragedia humanitaria que requiere atención inmediata”, alertó Acevedo este martes en una entrevista para Blu Radio en la que relató cómo estas miles de personas llegan a Cúcuta “con miedo, hambre y muchas necesidades”.
Acuerdo de paz en suspenso
Colombia está desde este lunes bajo un “estado de conmoción interior” ordenado por el presidente Petro para tomar medidas extraordinarias, como por ejemplo liberar recursos y restringir la movilidad de los habitantes. Desde el jueves diferentes focos de violencia estallaron en el país, el más grave en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
El incremento cada vez mayor en las filas disidentes de las FARC del llamado Frente 33 provocó los enfrentamientos con el ELN, que históricamente ha controlado Catatumbo, una región que incluye una quincena de municipios. Su riqueza en recursos minerales y sus ideales condiciones climáticas para el cultivo de coca hacen de ella una de las más disputadas por los grupos armados colombianos.
La guerrilla del ELN atacó a la población civil y se enfrentó contra disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016. La prolongada embestida incluyó asesinatos selectivos y combates que dejan un balance de al menos 80 muertos y 20 heridos. El lunes el ministerio de Defensa informó sobre la muerte de 20 guerrilleros en el departamento amazónico del Guaviare por choques entre dos facciones enemigas de los desertores del pacto que puso fin a las FARC.
En el departamento de Bolívar los enfrentamientos entre el ELN y la banda narco Clan del Golfo dejaron el viernes nueve muertos, según autoridades. Petro no especificó el alcance de la declaratoria de conmoción interna, que puede durar un periodo máximo de 90 días, “prorrogable hasta por dos periodos iguales”, según la Constitución. La violencia tiene en jaque la apuesta del presidente de hacer la paz con todos los grupos armados de Colombia. El viernes suspendió los diálogos con la guerrilla del ELN, a la que acusó de cometer “crímenes de guerra”.
Cortesía de Página 12
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