Un hallazgo reescribe la historia de Eurasia: descubren en Europa restos de homínidos que llegaron medio millón de años antes de lo pensado

En un rincón remoto de Rumanía, las tierras del Valle del Río Olteţ han guardado durante casi dos millones de años un secreto sobre los primeros pasos de nuestros ancestros fuera de África. Este descubrimiento, que hemos conocido tras la publicación del estudio en Nature, resultado de investigaciones minuciosas y avanzadas técnicas científicas, sitúa a Europa (Eurasia) en el epicentro de una época clave en la evolución humana y ofrece pistas fascinantes sobre cómo los primeros homínidos conquistaron nuevos territorios.

Los restos fósiles encontrados en Grăunceanu, en el sur de Rumanía, revelan cortes en huesos de animales que solo podrían haber sido realizados con herramientas de piedra. Este detalle, junto con dataciones de alta precisión mediante uranio-plomo, señala que estos homínidos estuvieron presentes en Europa al menos medio millón de años antes de lo que se pensaba hasta ahora. Este avance no solo desplaza hacia atrás el reloj evolutivo, sino que también abre nuevas interrogantes sobre las rutas y estrategias de supervivencia de nuestros ancestros.

Un paisaje olvidado y un mundo por descubrir

El yacimiento de Grăunceanu, situado en lo que fue una mezcla de bosque y estepa en el Pleistoceno temprano, es una cápsula del tiempo que conserva las huellas de un entorno natural ahora perdido. El análisis del lugar ha identificado al menos 31 especies animales, incluyendo mamuts, rinocerontes, jirafas, y hasta un pangolín, el último de su tipo registrado en Europa. Este entorno diverso indica que los primeros homínidos pudieron adaptarse a una amplia gama de hábitats, demostrando una resiliencia sorprendente para una especie en expansión.

Mapa de yacimientos fósiles que evidencian la presencia de homínidos (ya sea por fósiles, herramientas líticas o huesos con marcas de corte) en el norte de África y Eurasia antes de 1 millón de años
Mapa de yacimientos fósiles que evidencian la presencia de homínidos (ya sea por fósiles, herramientas líticas o huesos con marcas de corte) en el norte de África y Eurasia antes de 1 millón de años. Fuente: GoogleLandsat / CopernicusData SIO, NOAA, U.S. Navy, NGA, GEBCOGeoBasis-DE/BKG ©2009 and GoogleAirbusMaxar TechnologiesCNES / Airbus

Aunque no se encontraron restos humanos en el sitio, los cortes en los huesos son pruebas irrefutables de la presencia de homínidos. A pocos kilómetros de Grăunceanu, en otro yacimiento llamado Dealul Mijlociu, se localizaron herramientas de piedra que coinciden con las marcas observadas, aunque su antigüedad no ha podido ser confirmada con las técnicas actuales. Esta relación entre los dos sitios sugiere que los homínidos no solo estaban presentes, sino que ya eran capaces de modificar su entorno mediante tecnología rudimentaria.

El desafío de colonizar Eurasia

Hasta hace poco, la evidencia más antigua de homínidos en Europa provenía de Dmanisi, en Georgia, datada entre 1.85 y 1.77 millones de años atrás. Este yacimiento en el límite entre Europa y Asia es conocido por sus excepcionales fósiles humanos y herramientas de piedra. Sin embargo, el hallazgo en Grăunceanu empuja esta cronología más allá, situando a los homínidos en el continente europeo hace casi 2 millones de años. Concretamente, este descubrimiento podría adelantar la presencia de homínidos en Europa hasta medio millón de años antes de lo pensado, con un rango máximo de antigüedad estimado en 2.2 millones de años.

La expansión desde África hacia Eurasia fue un proceso lleno de retos. Los primeros homínidos tuvieron que adaptarse a climas más fríos, recursos impredecibles y nuevos depredadores. Estudios recientes han demostrado que esta dispersión no fue un evento único, sino una serie de movimientos intermitentes, probablemente vinculados a cambios climáticos favorables. Los hallazgos en Rumanía encajan en esta narrativa, sugiriendo que los homínidos pudieron haber llegado a Europa siguiendo rutas a través del Cáucaso o bordeando el Mar Negro.

Vista aérea de un islote en el río Olt, cercano al lugar donde se descubrieron los fósiles en Rumanía
Vista aérea de un islote en el río Olt, cercano al lugar donde se descubrieron los fósiles en Rumanía. Foto: Istock

La importancia del hallazgo en el contexto global

El descubrimiento en Grăunceanu no solo amplía la línea temporal de la presencia humana en Europa, sino que también pone de manifiesto la importancia de regiones menos estudiadas en el mapa arqueológico mundial. Durante décadas, los focos de atención han estado en yacimientos africanos y asiáticos, dejando a Europa en un segundo plano en las primeras etapas de la evolución humana. Ahora, Rumanía emerge como un escenario clave para comprender cómo los homínidos lograron extenderse por el continente.

Este avance científico también subraya la relevancia de las nuevas tecnologías en la arqueología. El uso de métodos de datación avanzados ha permitido establecer con precisión la antigüedad de los fósiles, mientras que análisis isotópicos del esmalte dental de animales fósiles han proporcionado detalles sobre el clima y la estacionalidad del ambiente. Estas herramientas permiten reconstruir con notable detalle las condiciones en las que nuestros ancestros vivieron y prosperaron.

Imágenes destacadas de especímenes con marcas de corte confirmadas del conjunto fósil del Valle del Río Olteţ
Imágenes destacadas de especímenes con marcas de corte confirmadas del conjunto fósil del Valle del Río Olteţ. Fuente: Curran et al. (2025) DOI: 10.1038/s41467-025-56154-9

El futuro de la investigación en Europa

Este hallazgo es solo el principio de lo que podría ser una nueva era en la arqueología europea. Regiones como el Valle del Río Olteţ, que hasta ahora habían sido en gran medida ignoradas, podrían albergar más pistas sobre los primeros capítulos de la historia humana fuera de África. Los investigadores están ansiosos por explorar más a fondo estos yacimientos y aplicar técnicas cada vez más avanzadas para desentrañar los misterios de nuestra evolución.

El descubrimiento en Grăunceanu reescribe parte de nuestra historia y nos recuerda que, en la búsqueda de nuestros orígenes, siempre hay más preguntas que respuestas. Este hito arqueológico no solo nos acerca a entender cómo nuestros ancestros conquistaron el mundo, sino que también celebra la capacidad humana de adaptarse, innovar y prosperar en los entornos más diversos.

Referencias

  • Curran, S.C., Drăgușin, V., Pobiner, B. et al. Hominin presence in Eurasia by at least 1.95 million years ago. Nat Commun 16, 836 (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-56154-9

Cortesía de Muy Interesante



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