Los videojuegos son a menudo vistos como un simple entretenimiento. No obstante, han ganado relevancia como fenómenos culturales y como herramientas potenciales para la educación. Estudios recientes demuestran que estos medios interactivos pueden fomentar habilidades clave como la resolución de problemas, la empatía y la cooperación. Sin embargo, también se plantean preocupaciones sobre sus posibles efectos perjudiciales, como el aislamiento social y la adicción. Este tema es especialmente relevante en un mundo donde más de tres mil millones de personas juegan activamente, superando incluso la industria del cine y la música en ingresos .
El estudio publicado en la revista Comunicar aborda esta complejidad al proponer la herramienta CEV 5* (Clasificación Educativa de Videojuegos 5*), diseñada para evaluar el potencial educativo de cualquier videojuego. Basada en una metodología fenomenográfica y en entrevistas a expertos y docentes cualificados, esta rúbrica proporciona una clasificación sencilla y accesible que mide la “educatividad” o potencial educativo de los videojuegos en una escala de 0 a 5 estrellas. Este artículo describe los hallazgos de dicha investigación pedagógica y su relevancia para educadores, diseñadores y usuarios.
Los videojuegos como recurso educativo
Desde una perspectiva pedagógica, los videojuegos pueden ser mucho más que ocio. Su estructura dinámica permite a los jugadores interactuar con conceptos complejos en un entorno controlado. Un ejemplo son títulos como Papers Please y This War of Mine, que no solo entretienen, sino que también plantean cuestiones éticas y sociales. Estas experiencias ayudan a desarrollar habilidades críticas como la toma de decisiones y la empatía emocional.
Nuestro estudio señala cómo ciertos videojuegos fomentan competencias clave definidas por la Comisión Europea, como la comunicación lingüística, las habilidades STEAM y la conciencia cultural. Por otra parte, los juegos que integran narrativas complejas, como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, ofrecen grandes oportunidades para trabajar valores como la resiliencia y la cooperación.
La herramienta CEV 5*: Una nueva manera de evaluar
La propuesta principal del estudio es la herramienta CEV 5*, diseñada para clasificar el potencial educativo de los videojuegos. Este sistema de evaluación utiliza criterios como la accesibilidad, la diversidad de competencias abordadas y la inclusión de tendencias tecnológicas. Un videojuego con alta calificación podría integrar aprendizajes disciplinares, competencias interpersonales y narrativas inclusivas de manera efectiva.
La validación de esta herramienta ha incluidos pruebas piloto con equipos mixtos de docentes y profesionales de la industria. Dichas pruebas confirmaron que la rúbrica no solo es robusta, sino también intuitiva para diferentes públicos. La traducción del potencial educativo de los videojuegos en la escala de 0 a 5 estrellas podría facilitar una información valiosa y orientadora a padres, educadores y empresas que buscan maximizar el impacto positivo o formativo de los videojuegos.
Beneficios educativos destacados
Uno de los puntos fuertes de los videojuegos es su capacidad para fomentar la diversidad educativa. Según el estudio, herramientas como los simuladores sociales resultan particularmente útiles para estudiantes con necesidades especiales, ya que proporcionan ejemplos prácticos de interacción social y habilidades emocionales. Esto es especialmente relevante en contextos educativos inclusivos.
Otro beneficio señalado es su papel en el desarrollo de competencias transversales, como la cooperación y el pensamiento crítico. De hecho, videojuegos cooperativos como Minecraft promueven el trabajo en equipo y el diseño creativo, habilidades esenciales en el mundo actual.
Riesgos asociados y cómo mitigarlos
Aunque los videojuegos ofrecen múltiples beneficios, también conllevan riesgos. Entre los más mencionados están el uso excesivo y la exposición a contenidos inapropiados. La investigación destaca que algunos juegos, especialmente los diseñados con estrategias para maximizar el tiempo de juego, pueden llevar a conductas adictivas. También se ha observado que ciertos videojuegos incluyen contenidos sensibles que pueden impactar negativamente en niños y usuarios jóvenes.
La herramienta CEV 5* aborda estos riesgos al incluir indicadores que evalúan los aspectos perjudiciales de los videojuegos. Por tanto, proporciona una guía para que los padres y educadores seleccionen juegos que equilibren el entretenimiento con el desarrollo personal.
Referencias
- José Pablo García-Mejía, Agustín de la Herrán-Gascón. El potencial educativo de los videojuegos: su evaluación a través de una rúbrica. Comunicar, 2024, 79(33), pp. 59-71. DOI: 10.58262/V33279.6.
Cortesía de Muy Interesante
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