Gemelos diferentes: el fotógrafo que caza personas idénticas pero sin vínculos familiares por el mundo

El fotógrafo canadiense François Brunelle cuenta una anécdota que cambió para siempre su carrera. El hombre relató que en una ocasión entró en un bar y fue atendido por un camarero que aseguró conocerlo. Brunelle sorprendido, explicó que era la primera vez que visitaba aquel lugar. Y es que lo habían confundido con alguien más, un desconocido que al parecer era idéntico a él. Desde entonces, su fascinación por los parecidos físicos sin relación sanguínea se convirtió en un proyecto profesional y hasta de vida.

Según La Repubblica, Brunelle ha pasado más de dos décadas viajando por el mundo en busca de dobles desconocidos. Su proyecto, titulado ¡No soy un doble!, reúne retratos en blanco y negro de personas que nunca se habían visto antes, pero que parecen hermanos gemelos. Desde su inicio en el año 2000, ha fotografiado a más de 250 parejas en 32 ciudades de distintos países y de esta forma documenta un fenómeno que la ciencia apenas empieza a comprender.

El fotógrafo cuenta, que incluso ha sido comparado en numerosas ocasiones con Rowan Atkinson, el actor que interpretó a Mr. Bean, y ha encontrado a dos personas con quienes comparte un asombroso parecido. Esto lo motivó a preguntarse si otras personas también tenían dobles en algún rincón del mundo. Así inició su búsqueda global para demostrar que nadie es completamente único en apariencia.

El arte de encontrar Rostros Repetidos En El Mundo.

El proceso de Brunelle para encontrar a estos “gemelos diferentes” no ha sido sencillo. En un principio, buscaba personas en la calle, observando rostros y preguntando a desconocidos si conocían a alguien que se les pareciera. Según Infobae, logró reunir entre 10 y 30 parejas de esta manera, pero la tarea resultó agotadora. Fue entonces cuando recurrió a los medios de comunicación para difundir su proyecto.

Imagen: François Brunelle

Después de las primeras publicaciones sobre su trabajo, comenzó a recibir cientos de correos electrónicos de personas que querían encontrar a su doble. El verdadero desafío no era solo identificarlos, sino reunirlos en el mismo lugar para la sesión fotográfica. A veces, estos dobles vivían en continentes distintos, lo que complicaba la logística.

El resultado de cada sesión es impactante. Según Cultura Inquieta, Brunelle elige fotografiar a estas personas en blanco y negro, lo que resalta sus estructuras faciales sin distracciones cromáticas. Su técnica enfatiza las semejanzas y las pequeñas diferencias. “Los parecidos no son exactos, pero eso es lo que me fascina“, explica el fotógrafo.}

Más allá del parecido: conexiones inesperadas entre extraños

El proyecto de Brunelle no solo se trata de documentar parecidos físicos, sino de capturar la emoción y la sorpresa que experimentan sus protagonistas al encontrarse con su “otro yo. Según La Repubblica, muchas de las personas que participan en sus sesiones terminan estableciendo una conexión real con su doble.

En una ocasión, dos hombres calvos que nunca se habían visto antes se saludaron en el estudio y comenzaron a conversar. En el transcurso de la sesión, descubrieron que ambos estaban casados ​​con mujeres llamadas Francine. Desde ese día se convirtieron en amigos cercanos junto a sus esposas, relata Infobae.

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Imagen: François Brunelle

Con todo esto, Brunelle asegura que su objetivo es explorar la relación que surge entre dos personas idénticas al verso por primera vez. “Me pregunto si alguien más ve lo mismo que yo cuando me miro en el espejo“, comenta.

Después de más de 20 años recopilando imágenes, el trabajo de François Brunelle ha sido reconocido internacionalmente. Sus retratos han sido expuestos en galerías de arte y museos en varios países.  Actualmente el fotógrafo sigue recibiendo solicitudes de personas que quieren participar en su proyecto.

¿Qué dice la ciencia sobre los dobles sin relación genética?

La idea de que todos tenemos un doble en algún lugar del mundo también se ha convertido objeto de estudios científicos. Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras en Barcelona analizó a personas con un alto grado de similitud facial y descubrió que compartían ciertas variantes genéticas.

La investigación publicada en Cell Reports reveló que las personas que parecen gemelos sin serlo tienen rasgos faciales similares debido a ciertas combinaciones genéticas comunes. Esto sugiere que el parecido físico puede ir más allá de la coincidencia y estar influenciado por patrones heredados a nivel global.

Imagen: François Brunelle

Cortesía de Xataka



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