Los hallazgos arqueológicos pueden cambiar nuestra percepción del pasado. En el sur de España, un descubrimiento extraordinario en el Tholos de Montelirio ha dejado perplejos a los investigadores: una colección de más de 270.000 cuentas halladas en un solo entierro. Este conjunto de piezas, fabricadas con conchas marinas perforadas, es el más grande jamás encontrado en una tumba. Cuando hablamos de cuentas no hablamos de Matemáticas, sino de pequeñas piezas perforadas, utilizadas desde la prehistoria para fabricar adornos, símbolos de estatus y atuendos rituales.
El estudio, publicado en Science Advances y realizado por un equipo de arqueólogos y especialistas en prehistoria, revela que estas cuentas formaban parte de vestimentas funerarias utilizadas por personas de alto estatus social hace aproximadamente 5.000 años. La magnitud de este hallazgo sugiere no solo una gran inversión de trabajo, sino también una profunda carga simbólica y social.
Montelirio: un lugar clave de la Edad del Cobre
El Tholos de Montelirio es un complejo funerario megalítico situado en Valencina de la Concepción, cerca de Sevilla. Se estima que fue utilizado entre 2875 y 2635 a.C., durante la Edad del Cobre, y albergó sepulturas de individuos de alto rango.
Este sitio se encuentra dentro de un gran asentamiento prehistórico que cubre unos 450 hectáreas, uno de los más grandes de Europa en esa época. Sus tumbas han revelado artefactos excepcionales como marfil, ámbar y cerámica fina, lo que indica una sociedad altamente estratificada con conexiones comerciales de largo alcance.
El Montelirio destaca tanto por su monumentalidad como por su riqueza material. El hallazgo de estas miles de cuentas refuerza la idea de que este lugar fue un centro de poder y ritualidad, donde ciertos individuos recibían un tratamiento funerario excepcional.
¿Qué son las “cuentas”?
Las cuentas halladas en Montelirio son pequeñas piezas discoidales perforadas, fabricadas principalmente con conchas marinas. Según el estudio, fueron elaboradas a partir de moluscos bivalvos, especialmente de las familias Pectinidae(como Pecten maximus y Pecten jacobaeus) y Cardiidae (Acanthocardia tuberculata, entre otras).
Cada cuenta se obtenía tallando y puliendo una porción de concha hasta darle forma de disco con un orificio central, lo que permitía ensartarlas para confeccionar atuendos funerarios. Además de conchas, se hallaron algunas cuentas de piedra y hueso, aunque en una proporción mínima.
La elección de este material no solo responde a su disponibilidad en la región, sino también a un posible significado simbólico asociado al mar.
Un ajuar impresionante: 270.000 cuentas en un solo entierro
El descubrimiento más reciente en Montelirio es impactante por su volumen: más de 270.000 cuentas fabricadas con conchas marinas. Según el estudio, estas cuentas estaban dispuestas formando ropajes funerarios, lo que implica un altísimo grado de sofisticación en la indumentaria funeraria.
Las cuentas eran discoidales y perforadas, lo que sugiere que fueron ensartadas para formar faldas, túnicas y otros adornos textiles. Los análisis de morfología y distribución de las cuentas indican que probablemente fueron utilizadas por mujeres de alto estatus, un aspecto clave para entender la estructura social de la época.
El nivel de detalle en la confección de estos atuendos es asombroso. Los investigadores han identificado al menos tres tipos de tejidos confeccionados con estas cuentas: túnicas de cuerpo completo, faldas y telas de forma indeterminada. Por otra parte, algunas estaban acompañadas de elementos decorativos en marfil y ámbar.
El trabajo detrás de las cuentas: un esfuerzo monumental
La fabricación de estas cuentas debió requerir una enorme cantidad de trabajo especializado. Los investigadores realizaron experimentos para estimar el tiempo necesario para producirlas y concluyeron que cada cuenta tardaba unos 10 minutos en ser fabricada.
Si consideramos las 270.000 cuentas encontradas, esto significa que habrían sido necesarias aproximadamente 49.500 horas de trabajo. Para ponerlo en perspectiva, 10 personas trabajando 8 horas al día habrían tardado unos 206 días en completar esta obra maestra.
Este nivel de dedicación implica una organización social avanzada, donde ciertos grupos estaban encargados de la producción de bienes de lujo. También sugiere que las personas que portaban estos atuendos debieron tener un estatus excepcionalmente elevado.
En Valencina no hay playa, ¿de dónde sacaron las conchas marinas?
Las conchas marinas utilizadas en las cuentas de Montelirio no provienen de Valencina, sino que fueron transportadas desde zonas costeras, probablemente del Atlántico o el Mediterráneo. Según el estudio, los moluscos identificados (Pecten maximus, Acanthocardia tuberculata, entre otros) viven en hábitats marinos que pueden estar a más de 100 km de Valencina.
Esto indica que las comunidades de la Edad del Cobre en Montelirio tenían acceso a redes de intercambio bien establecidas, a través de las cuales obtenían recursos exóticos como marfil, ámbar y conchas marinas. La presencia de estos materiales sugiere que Valencina no era solo un asentamiento local, sino un centro de conexión entre diferentes regiones.
Significado social y simbólico de las cuentas
El hecho de que la mayoría de los individuos enterrados con estos ropajes fueran mujeres ha llevado a los investigadores a plantear hipótesis sobre el papel de las mujeres en la sociedad de Montelirio. El estudio sugiere que estas mujeres pudieron haber ocupado posiciones de poder o influencia en sus comunidades.
Además del factor social, el uso de conchas marinas no es casual. En muchas culturas prehistóricas, los materiales marinos estaban cargados de significado ritual y simbólico. La presencia de estas cuentas refuerza la idea de que las personas enterradas en Montelirio tenían una relación especial con el mar, ya fuera a nivel económico, religioso o identitario.
El simbolismo del mar en Montelirio se observa también en otros elementos, como la presencia de un diente de cachalote en un pozo votivo cercano. Esto sugiere que el océano tenía un papel central en la cosmovisión de estas comunidades.
Métodos científicos para un análisis detallado
Para comprender la magnitud del hallazgo, los investigadores utilizaron técnicas de vanguardia en arqueología y ciencias naturales. Se realizaron:
- Análisis de morfometría para determinar las diferencias de tamaño y forma entre las cuentas.
- Dataciones por radiocarbono, que confirmaron que las cuentas fueron producidas y usadas en el mismo período de tiempo que el entierro.
- Estudios de fitolitos, que identificaron restos de fibras vegetales en las perforaciones, lo que sugiere que las cuentas estaban cosidas en tejidos.
El uso de múltiples metodologías ha permitido reconstruir el proceso de fabricación y el contexto en el que se utilizaron estos objetos, aportando datos clave para el estudio de las sociedades del III milenio a.C..
Comparaciones con otros hallazgos en el mundo
Si bien se han encontrado cuentas en otros yacimientos prehistóricos, el hallazgo de Montelirio es único en su tipo.
- En Sunghir (Rusia, 32.000 a.C.), un hombre fue enterrado con 3.000 cuentas de marfil de mamut.
- En Ba’ja (Jordania, 7.400 a.C.), se hallaron 2.500 cuentas en el entierro de un niño.
- En Cahokia (EE.UU., 1000 d.C.), el “Beaded Burial” contenía unas 30.000 cuentas de concha.
El entierro de Montelirio supera a todos estos casos en número de cuentas, lo que lo convierte en el mayor conjunto de cuentas en un solo entierro jamás documentado.
Un descubrimiento que cambia nuestra visión del pasado
El hallazgo en Montelirio aporta información clave sobre la sociedad de la Edad del Cobre en la península ibérica. La impresionante cantidad de cuentas, su compleja disposición y su asociación con mujeres de alto estatus sugieren una sociedad jerarquizada y con una fuerte carga simbólica en sus rituales funerarios.
Este descubrimiento plantea nuevas preguntas: ¿qué papel desempeñaban estas mujeres en la sociedad? ¿Cómo se organizaba la producción de estos objetos de prestigio? La investigación en Montelirio sigue en curso, y sin duda continuará revelando datos fascinantes sobre nuestro pasado.
Referencias
- Leonardo García Sanjuán et al. ,A multi-analytical study of the Montelirio beaded attires: Marine resources, sumptuary crafts, and female power in copper age Iberia. Science Advances 11, eadp1917 (2025). DOI:10.1126/sciadv.adp1917
Cortesía de Muy Interesante
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