En Estados Unidos, los concesionarios de autos no tienen la mejor reputación, según información de Kelley Blue Book. Los sobreprecios en la venta de vehículos no son su único problema. También existen casos donde los técnicos de servicio actúan de forma poco profesional. Un reciente incidente en Curry Subaru, ubicado en Cortlandt Manor, Nueva York, lo demuestra.
Un cliente llevó su vehículo al taller el 31 de diciembre de 2024 para un servicio de mantenimiento. Sin embargo, la grabación de una cámara de seguridad interna reveló algo inesperado: un mecánico, mienbro del taller de Subaru, intentó desactivar la cámara del auto sin darse cuenta de que había una segunda grabando todo.
El video, compartido en YouTube por el canal NewYorkDashCam, muestra al técnico moviendo el auto dentro del taller y haciendo maniobras bruscas. Al acercarse a la zona de servicio, intenta apagar la cámara trasera, primero desconectándola de la unidad principal y después eliminando su acceso USB.
Tras hacerlo, parecía confiado de haber borrado cualquier evidencia. Sin embargo, el auto tenía una segunda cámara instalada en el tablero y conectada al puerto OBD. Esta alcanzó a grabar toda la secuencia, y mostró cómo el técnico regresaba el vehículo al área de servicio y, al salir, murmuraba palabras de frustración.Este incidente plantea preguntas importantes.
¿Por qué un mecánico necesitaría apagar las cámaras de un cliente?
Algunos defensores de la privacidad argumentan que los empleados tienen derecho a no ser grabados sin su consentimiento. Sin embargo, en Nueva York no hay una regulación clara sobre grabaciones dentro de vehículos privados, aunque a los taxis se les permite tener cámaras funcionando, según información de New York City Taxi and Limousine Commission. Más allá del tema legal, el acto de desconectar un sistema de vigilancia genera desconfianza en los clientes. ¿Qué quería ocultar el técnico?
Casos como este evidencian la importancia de la transparencia en los concesionarios. Para los consumidores, instalar cámaras adicionales es una herramienta útil para verificar cómo tratan su vehículo en el taller. Para las empresas, este tipo de situaciones refuerzan la necesidad de capacitar a los empleados en ética y profesionalismo. Apagar una cámara sin justificación solo alimenta la percepción negativa que muchos clientes ya tienen sobre los concesionarios.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: