Hallazgo insólito en Alemania: descubren en una iglesia medieval 679 monedas ocultas durante siglos y un mono de bronce que intriga a los arqueólogos

En el corazón de Gardelegen, una pequeña ciudad de Sajonia-Anhalt, Alemania, un equipo de arqueólogos y voluntarios ha llevado a cabo un hallazgo que reescribe parte de la historia local. Más de 1.000 objetos de distintas épocas han emergido del suelo de la iglesia de Santa María, un templo gótico del siglo XIII, durante unas obras de restauración. Lo que empezó como un proyecto para instalar calefacción bajo el suelo, terminó por convertirse en una inesperada excavación arqueológica que ha sacado a la luz siglos de historia enterrada.

Desde monedas medievales hasta fragmentos de cerámica, vestigios de la vida cotidiana de generaciones pasadas han sido descubiertos en un espacio que ha sido testigo del paso del tiempo. Pero entre todos los hallazgos, hay un objeto en particular que ha despertado la curiosidad de los expertos: una pequeña figura de mono hecha de bronce con plomo, cuyo significado sigue siendo un misterio.

Un tesoro escondido: monedas, joyas y objetos del día a día

Uno de los descubrimientos más sorprendentes de la excavación ha sido un conjunto de 679 monedas y fragmentos de monedas, muchas de ellas corroídas por el tiempo. La presencia de estas piezas sugiere que la iglesia pudo haber servido como un lugar donde se realizaban transacciones económicas o que las monedas fueron perdidas por los feligreses durante los siglos de uso del templo. Un especialista en numismática ha trabajado en la identificación de las piezas y su inclusión en una base de datos histórica, permitiendo así reconstruir su procedencia y datación.

Durante la excavación en la iglesia de Santa María, los arqueólogos descubrieron monedas de diferentes épocas históricas
Durante la excavación en la iglesia de Santa María, los arqueólogos descubrieron monedas de diferentes épocas históricas. Foto: Anika Tauschensky

Junto a las monedas, los arqueólogos han encontrado una variedad de objetos personales y domésticos que ofrecen un vistazo fascinante a la vida medieval. Entre ellos, destacan perlas, broches, agujas para prendas de vestir, cerámica, restos de vidrio pintado con esmalte negro, clavos de hierro, restos de plantas e incluso una pinza, posiblemente utilizada para la higiene personal. También han aparecido huesos de animales, lo que podría indicar que en algún momento la iglesia fue utilizada para otros fines además del culto religioso.

Sin embargo, entre todos estos artefactos, hay un hallazgo que ha dejado perplejos a los investigadores.

El enigmático mono de bronce: símbolo de pecado o simple adorno

Entre los objetos recuperados destaca una pequeña figura de bronce con plomo, de apenas ocho centímetros de altura, que representa a un mono. El curioso hallazgo se realizó en la nave de la iglesia, un espacio donde raramente se encuentran objetos de este tipo. Aunque el paso del tiempo ha desgastado algunos de sus detalles, aún es posible distinguir que el animal sostiene un objeto en sus manos.

Los expertos están divididos en cuanto a su interpretación. Algunos sugieren que el mono podría estar sujetando un cuerno para beber, mientras que otros creen que sostiene un instrumento musical. La iconografía medieval ofrece varias explicaciones sobre la presencia de monos en templos cristianos. Durante la Edad Media, los primates eran frecuentemente representados en el arte sacro como símbolos del pecado, la burla y la corrupción moral. En algunos casos, se les mostraba imitando las acciones humanas para ridiculizar los comportamientos vanidosos y pecaminosos de la sociedad.

En el contexto de Santa María de Gardelegen, la figura podría haber formado parte de un adorno más grande, como un relicario o una pieza decorativa de mobiliario litúrgico. No obstante, su aparición en el suelo de la iglesia sugiere que en algún momento se desprendió o fue descartada.

Entre los descubrimientos más enigmáticos destaca una pequeña escultura de mono, de apenas ocho centímetros de altura, elaborada en bronce con plomo
Entre los descubrimientos más enigmáticos destaca una pequeña escultura de mono, de apenas ocho centímetros de altura, elaborada en bronce con plomo. Foto: Friederike Hertel

Un hallazgo que conecta el pasado con el presente

La excavación en la iglesia de Santa María ha demostrado una vez más la importancia de la arqueología en la conservación del patrimonio histórico. No solo ha permitido recuperar cientos de objetos que de otra manera habrían permanecido ocultos bajo el suelo del templo, sino que también ha abierto nuevas preguntas sobre la historia de la región y el papel de este edificio a lo largo de los siglos.

Los hallazgos han sido entregados al departamento de arqueología del estado de Sajonia-Anhalt, donde se llevarán a cabo análisis más detallados para determinar su origen y función. Además, algunos de los objetos más interesantes se exhibirán en una muestra pública para que los ciudadanos puedan conocer de cerca los secretos desenterrados en su propia comunidad.

Aunque aún quedan muchas incógnitas por resolver, lo que está claro es que este descubrimiento ofrece una nueva ventana al pasado medieval de Alemania y a las historias escondidas bajo el suelo de una iglesia que, hasta ahora, parecía haber contado ya todos sus relatos.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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