¿Por qué micro-arquitecturas coronan las efigies de algunas tumbas góticas? Los ejemplares de Villaespesa-Ujué en la catedral de Tudela

En los monumentos sepulcrales bajomedievales ibéricos, las microarquitecturas, o doseles / doseletes, se podían labrar como elementos de remate de las efigies y de otros personajes secundarios. Descubre cómo los artistas las elaboraban y qué significado tenían, tomando como referencia los ejemplares tudelanos del matrimonio Villaespesa-Ujué. 

¿A qué elemento nos referimos cuando hablamos de dosel en una tumba?

Observando un monumento sepulcral esculpido a lo largo de la Baja Edad Media (mediados del s. XIII – comienzos del s. XVI) en la península ibérica no deberían pasar desaparecidas las pequeñas arquitecturas labradas o pintadas encima de estatuillas situadas en diferentes zonas del sepulcro, como el arcosolio, los flancos del túmulo y la tapa. Se trata de los doseles o doseletes: micro-arquitecturas, generalmente tridimensionales, obtenidas de la unión de formas arquitectónicas, no siempre acordes a la época y al área geográfica de su realización, y decoraciones heráldicas, vegetales y/o relacionadas con el mundo de la salvación.

De primera, podrían parecer elementos entre sí similares y desprovistos de originalidad. Sin embargo, una mirada más detenida nos permite identificar ciertas peculiaridades, en particular, en los ejemplares situados cerca de la cabeza de las efigies, es decir, las estatuas tumbadas que representan a los fallecidos y que ocupan la parte superior de la tapa y/o los flancos mayores del túmulo.

¿De dónde procedían los componentes arquitectónicos esculpidos en los doseles? ¿Por qué coronar las efigies con aquellos elementos? ¿Qué función tenían y qué significados semánticos conferían al sepulcro? Son estas algunas de las preguntas a partir de las cuales he desarrollado mi investigación doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, defendida en abril y 2024.   

Figura 1: Catedral de Tudela. Vista frontal del sepulcro de Villaespesa-Ujué. Fuente: Stefania
Botticchio Giorgi, con el patrocinio de D. Miguel Larrambebere Zabala, Vicario General de las
Diócesis de Pamplona y Tudela

Elegir una metodología eficaz para alcanzar resultados exhaustivos

Si bien en Francia, Inglaterra y Alemania se cuenta con un número extenso de sepulcros góticos con efigies coronadas por doseles, una catalogación completa del arte funerario de los antiguos reinos de la península ibérica me ha permitido identificar solamente veintitrés monumentos funerarios de este tipo, de los cuales la tumba tudelana del matrimonio Villaespesa-Ujué es de los mejores ejemplares conservados. 

Por la ausencia de estudios exhaustivos anteriores sobre las microarquitecturas funerarias ibéricas, he tenido que desarrollar un método más eficaz para su comprensión. He concedido especial importancia al dato histórico-sociológico, desarrollado en paralelo al estudio formal, iconográfico e iconológico.

El análisis formalista es, sin duda, de las metodologías que se aplican a mi investigación diaria. Tras identificar los aspectos individuales de cada doselete, es esencial compararlos con las microarquitecturas de otros contextos artísticos del reino o del territorio de formación/origen del artista y del comitente. Le sigue el paralelismo con las arquitecturas del mismo período de tiempo y del anterior para establecer cómo se propagaron los elementos arquitectónicos en las diferentes artes, cómo se desplazaban los artistas y su manera de elaborar los doseles. Reconocer el origen de los componentes formales de los doseletes es, además, el primer paso para identificar los mensajes semánticos de los que estaban cargados y comprender la capacidad del fiel medieval de percibirlos.

Figura 2: Catedral de Tudela, sepulcro de Villaespesa-Ujué. Detalle de las efigies coronadas por los
doseles. Fuente: Stefania Botticchio Giorgi, con el patrocinio de D. Miguel Larrambebere
Zabala, Vicario General de las Diócesis de Pamplona y Tudela.

La tumba de Villaespesa-Ujué en Tudela

La tumba bajo arcosolio (nicho con abovedamiento) de Francisco de Villaespesa e Isabel de Ujué (1418-1421) en la capilla de Nuestra Señora de la Esperanza de la catedral de Tudela es uno de los últimos ejemplares góticos con efigies coronadas por doseles esculpidos en la península ibérica. Recientemente, ha sido analizado en el artículo “La catedral de Pamplona: modelo para los doseles de Villaespesa-Ujué en Tudela” (eHumanista, 60, 2024, pp. 202-221), en el que he podido demostrar el rol fundamental que tuvieron las microarquitecturas funerarias.

La pareja era muy cercana a los reyes de Navarra, Carlos III y Leonor de Castilla, y su monumento funerario se labró en fecha próxima al ejemplar de estos últimos, con el que comparte el mismo tipo de figura yacente. 

A nivel funcional, las microarquitecturas adjetivaban y participaban en la creación de un aparato escultórico ostentoso y una imagen digna de los fallecidos. La ausencia de estos componentes sepulcrales en las tumbas de los demás aristocráticos navarros − se piense en el ejemplar de Martín Périz de Eulate y Toda Sánchez en Estella o en el de Pere Arnaut de Garro y Juana de Beúnza en Pamplona − se justificaría con el hecho de que el dosel no se interpretaba como elemento imprescindible para conferir mayor dignidad al fallecido, ya que, de haber sido así, se encontraría en un número superior de sepulcros.

Figura 3:Plano con policromía de los doseles funerarios de Villaespesa-Ujué. Fuente: Stefania Botticchio Giorgi.

Los doseletes tudelanos: de las formas a los significados

Los ejemplares de Villaespesa-Ujué dan muestra de la alternancia de formas radiantes. Los intradoses se obtuvieron de la yuxtaposición de tres hexágonos cubiertos por bóvedas de nervios, mientras que los arcos encuadrados por gabletes (remate formado por dos líneas rectas y ápice agudo) están decorados por doble medallón lobulado y, en las enjutas (parte de atrás), una galería de ventanales. Se trata de arquería simple que difiere de la esculpida, por ejemplo, en el arcosolio y en el frontal de la base del sepulcro tudelano, donde estatuillas de plorantes están rematadas por arcos conopiales. 

El análisis de contextos artísticos más o menos próximos a Tudela ha ofrecido pistas muy interesantes para comprender el origen de los elementos esculpidos en los doseletes del canciller y de su esposa. 

Al parecer, algunas formas elaboradas en la tumba de los nobles se experimentaban en el retablo de la capilla de los Corporales (1420-1422) de la Colegiata de Santa María en Daroca. En particular, el dosel que remata al Crucificado se obtuvo de la yuxtaposición de tres tramos que recuerdan en cierto modo la planta de los doseles de Villaespesa-Ujué. Estas similitudes respaldan los estudios de algunos autores que, a partir del testamento del canciller, han relacionado la tumba de los nobles a un grupo de artistas activos en Daroca, y unos años antes en Zaragoza, entre los que destaca Martín de Retuerta. 

Aunque otros expertos han especulado sobre la intervención en la tumba tudelana de escultores de fama internacional, como Hanequin de Bruselas, no hay lugar a dudas que el maestro del monumento sepulcral conocía la catedral de Pamplona y su arte. 

Figura 5: Planta de la iglesia catedral de Pamplona con los módulos reproducidos en los doseletes
funerarios de Villaespesa-Ujué. Fuente: Stefania Botticchio Giorgi.

Volviendo al intradós de los doseles de Villaespesa-Ujué, se encuentran también analogías con la nueva cabecera pamplonesa obtenida de la unión de cinco hexágonos irregulares, cuyo dibujo fue realizado por el emblemático Jean Lome en fecha anterior o próxima a 1418. Por otra parte, los arcos son similares a los esculpidos en diferentes conjuntos escultóricos del claustro de la catedral de Pamplona. Me refiero a la microarquitectura que remata la Epifanía de Jacques Pérut (hacia 1300) y en el pedestal de la Virgen de la Puerta del Amparo (1320-1325), obra de Guillermo Inglés. Asimismo, las bíforas de los doseles tudelanos apoyan encima de un cornisón que se sobrepone a los gabletes en una solución muy similar a la experimentada en la tracería del claustro pamplonés. 

Si bien desde el punto de vista semántico los doseletes se cargaban del significado de las arquitecturas en ellos esculpidas, la copia de la cabecera de la catedral de Pamplona, igual que la arquería del claustro pamplonés, habrían encerrado en las microarquitecturas un sentido salvífico y sacral, ya que la dormición de la Virgen, esculpida en el tímpano de la Puerta del Amparo junto a la ascensión de la Virgen al Cielo, era el prototipo de la “buena muerte”. El mensaje trasmitido por los doseletes complementaban el trasmitido por las demás iconografías de la tumba de los nobles, cuya superficie interna del arcosolio está labrada con escenas de esperanza de salvación del alma de los fallecidos y de sus familias.

Las microarquitecturas como elementos pioneros en el estudio del arte bajomedieval. Conclusiones

Los resultados de mi investigación fornecen, en su medida, vías para la comprensión de las tumbas con doselete y del mismo dosel ibérico elaboradas a lo largo del periodo gótico. Tal y como se ha demostrado con el estudio de los doseles del canciller Francisco de Villaespesa e Isabel de Ujué, su análisis nos lleva a desembocar en la formulación de hipótesis renovadoras la fecha de proyectos arquitectónicos a ellos vinculados, como en el caso de la catedral de Pamplona. No solo las microarquitecturas representan un medio para entender los mecanismos de circulación de las formas, el desplazamiento de los artistas y su manera de elaborar los doseles, sino que nos permiten reflexionar sobre la capacidad del fiel medieval de percibir los mensajes semánticos trasmitidos por los conjuntos funerarios y, en particular, por aquellos exquisitos proyectos micro arquitectónicos.

Referencias

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  • Botticchio Giorgi, Stefania. “La catedral de Pamplona: modelo para los doseles de Villaespesa-Ujué en Tudela.” eHumanista 60 (2024): 202-221. En https://www.ehumanista.ucsb.edu/volumes/60.
  • Fernández-Ladreda Aguadé, Clara. “La escultura en Navarra en tiempos del Compromiso de Caspe.” Artigrama: Revista del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza 26 (2011): 185-242.
  • Ibáñez Fernández, Javier & Criado Mainar, Jesús Fermín. “El maestro Isambart en Aragón: la capilla de los Corporales de Daroca y sus intervenciones en la catedral de la Seo de Zaragoza.” En Antonio Almagro Gorbea & Alfonso Jiménez Martín eds., La piedra postrera. Actas del Simposium Internacional sobre la catedral de Sevilla en el contexto del Gótico Final, Sevilla, 2007. Sevilla: Tvrris Fortissima, 2007. II, 75-113.
  • Martínez de Aguirre, Javier. Arte y monarquía en Navarra 1328-1425. Pamplona: Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, 1987.
  • Timmermann, Achim. “Micro-Architecture.” En Colum Hourihane ed., Grove Encyclopedia of Medieval Art and Architecture. New York: Oxford University Pres, 2012. IV, 279-280.
  • Zaragozá Catalán, Arturo & Ibáñez Fernández, Javier “Hacia una historia de la arquitectura en la Corona de Aragón entre los siglos XIV y XV a partir de los testeros de los templos. Ábsides construidos, ábsides proyectados e ideales y ábsides sublimes.” Artigrama: Revista del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza 29 (2014): 261-303.

Cortesía de Muy Interesante



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