Una investigación de la Universidad de Michigan ha descubierto algo que puede motivar a todas aquellas personas que fuman desde hace años y creen que ya es demasiado tarde para dejarlo. De acuerdo con el estudio, dejar el tabaco prolonga la esperanza de vida, incluso si se toma la decisión a edades avanzadas.
El estudio busca desmontar la creencia de que solo los jóvenes fumadores pueden beneficiarse significativamente de abandonar esta adicción. A partir de datos de mortalidad en Estados Unidos, el equipo encontró que quienes dejaban de fumar a los 65 o a los 75 años ganaban años de vida adicionales en comparación con aquellos que continuaban fumando.
Nunca es demasiado tarde
El enfoque del estudio responde a una de las frases más repetidas en las campañas antitabaco: “antes de que sea demasiado tarde”. Por lo general, los esfuerzo para concientizar sobre las consecuencias del tabaquismo están orientados a los jóvenes. Esto debido a las enfermedades asociadas, como el cáncer. No obstante, los datos obtenidos muestran que siempre hay ventajas en dejar el cigarro, sin importar la edad a que se haga.
Para calcular el impacto del tabaquismo en la esperanza de vida, los investigadores utilizaron registros de salud en Estados Unidos y establecieron comparaciones entre diferentes grupos: aquellos que nunca fumaron, los que aún fuman y los que dejaron de hacerlo en distintas etapas de la vida. A partir de esta información, crearon “tablas de vida” que muestran cómo varía la longevidad en intervalos de 10 años, entre los 35 y los 75 años.
Los resultados son claros: quienes continúan fumando pierden, en promedio, entre 9.1 y 4.4 años de vida, dependiendo de la edad a la que lo hacen. No obstante, al dejar de fumar a los 65 años, se puede evitar la pérdida de hasta 1.7 años de vida, y si se deja a los 75, el beneficio sigue existiendo, con una ganancia de 0.7 años en promedio.
Los resultados
Los datos también reflejaron que casi el 10% de quienes dejaron de fumar a los 65 años ganaron al menos ocho años de vida en comparación con los fumadores persistentes. Para aquellos que abandonaron el tabaco a los 75 años, el 8% ganó al menos cuatro años adicionales. Estas cifras reafirman que la decisión de dejar de fumar nunca es en vano, sin importar la edad en que se tome.
El estudio concluye que los beneficios de abandonar el tabaco no se limitan a los fumadores jóvenes o de mediana edad. “Si bien los beneficios de dejarlo a edades avanzadas pueden parecer bajos en términos absolutos, representan una gran proporción de la esperanza de vida restante de una persona”, señalaron los investigadores.
Cortesía de Xataka
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