Al mencionar el nombre Clint Eastwood sabemos que es un referente del cine mundial. Sus grandes papeles en El bueno, el malo y el feo y Harry el sucio lo consagraron como un referente del western y el drama criminal. No obstante, existe una película poco conocida que todo mundo le advirtió que no hiciera. Al final, fue uno de los mayores éxitos en su carrera.
Fue en 1978 cuando Eastwood protagonizó la comedia Every Which Way But Loose, titulada en Hispanoamérica como Pendenciero Rebelde. En ella encarna a Philo Beddoe, un camionero y boxeador que se enamora de una bella cantante de música country. Cuando la joven desaparece, Philo se dedicará a buscarla en compañía de su fiel compañero Clyde, un orangután.
El director de Los imperdonables recordó en una entrevista con The Guardian que todo su círculo cercano dudó en que formara parte del proyecto. A pesar de las dudas, consideró su fichaje como la oportunidad de incursionar en cosas distintas.
“He tomado algunas decisiones extrañas a lo largo del camino. Esa fue una película que mi agente y todos los demás me rogaron que no hiciera. Esto es después de Harry el sucio y yo había hecho muchas películas de acción y aventuras y ellos decían ‘Ese no eres tú’ y yo decía ‘Bueno, ¿qué soy yo? No lo sé’.
Clint Eastwood para The Guardian.
Eastwood no dudó en aceptar el papel de Philo en la cinta dirigida por James Fargo, que terminó por convertirse en un gran éxito de taquilla. De hecho, fue el primer filme en sus años como actor en superar los 100 millones de dólares en recaudación. Todo ello a pesar de las críticas mayoritariamente negativas.
“Para mí se trataba de llegar a una generación más joven, hacer una película que los niños pudieran ver, con un poco menos de palabrería. Y había algo moderno en la película de una manera extraña: este tipo extraño le cuenta sus problemas a un orangután y pierde a la chica, todo en ella era un poco fuera de lugar. Parecía algo que hacer en ese momento“.
Por si fuera poco, dos años después volvió a encarnar al personaje de Philo en la secuela Any Which Way You Can. Vale pena mencionar que igualmente fue un hit en las salas de cine aunque con ingresos menores a su antecesora y, de nueva cuenta, fue mal recibida por la crítica. Aún así, el actor no tiene más que buenos recuerdos de su colaboración con el chimpancé Manis.
“Fue genial, fue como trabajar con un niño de seis años. Supuestamente alcanzan el nivel de un niño de siete años y solo tienen la capacidad de atención de un niño, por lo que hay que ir a la primera toma”.
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Cortesía de Xataka
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