Durante casi 260 años, una impresionante estatua romana de la diosa Atenea permaneció prácticamente oculta en una majestuosa mansión inglesa. Adquirida en el siglo XVIII por el aristócrata británico William Weddell, la escultura fue un tesoro privado que adornó la galería de su residencia en North Yorkshire, sin que el gran público pudiera contemplarla. Ahora, esta obra maestra de la antigüedad ha iniciado un nuevo capítulo en su historia: desde el pasado 25 de enero de 2025 se exhibe en el prestigioso espacio Wrightwood 659 en Chicago.
La llegada de la escultura a Estados Unidos representa un evento sin precedentes en el mundo del arte y la arqueología. No solo es una pieza de enorme valor estético y simbólico, sino que también arroja luz sobre la fascinante tradición del coleccionismo de antigüedades en Europa. La Fundación Halsted A&A, dedicada a la conservación y exhibición de arte antiguo, ha sido la responsable de adquirir la obra en 2023 y trasladarla a Chicago, donde ahora podrá ser apreciada por investigadores y amantes de la historia.
Una estatua con una historia singular
Lo que hace única a esta Atenea no es solo su rareza o belleza, sino también su compleja estructura. A diferencia de otras esculturas de su época, esta obra es una combinación de fragmentos de distintas épocas del Imperio Romano. Su cabeza, por ejemplo, fue esculpida en tiempos del emperador Augusto (31 a.C. – 14 d.C.), mientras que su cuerpo data de la época de Claudio (41 – 54 d.C.).
Esta práctica de ensamblar piezas antiguas no era inusual en el siglo XVIII. Durante el auge del Grand Tour, una especie de peregrinación cultural que realizaban los jóvenes aristócratas europeos a Italia, el mercado de antigüedades floreció. Los compradores, ansiosos por llevarse piezas completas, no dudaban en adquirir esculturas restauradas con partes nuevas o de distintos orígenes. No se trataba de una falsificación deliberada, sino de una práctica común que garantizaba que las obras fueran visualmente atractivas para sus propietarios.
![La estatua de Atenea permaneció en la finca de William Weddell en Inglaterra desde el siglo XVIII](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/estatua-atenea-roma.jpg)
En el caso de la estatua de Atenea, los restauradores del siglo XVIII añadieron una nueva sección entre la mandíbula y el pecho, así como su brazo izquierdo. Sin embargo, la pose de la diosa sigue transmitiendo su grandeza original. Vestida con una túnica fluida y un manto drapeado, porta un casco de guerrera y una égida adornada con la cabeza de la gorgona Medusa. Su mano extendida sugiere que en algún momento pudo haber sostenido un búho, símbolo de su sabiduría divina.
De Roma a Yorkshire: el viaje de una diosa
El recorrido de esta estatua a lo largo de la historia es un testimonio del impacto duradero de la cultura clásica en Europa. Cuando William Weddell la adquirió en Roma en el siglo XVIII, estaba siguiendo una tradición muy extendida entre los nobles británicos de la época. Durante su estancia en Italia, estos viajeros adquirían cuadros, esculturas y otros tesoros arqueológicos, que luego exhibían en sus residencias como símbolos de erudición y buen gusto.
Weddell, en particular, fue un ferviente coleccionista de antigüedades. Para dar un hogar adecuado a sus adquisiciones, encargó al arquitecto Robert Adam la remodelación de su mansión, Newby Hall, dotándola de una galería de estilo neoclásico en tonos rosados. Allí, la estatua de Atenea permaneció durante más de dos siglos, convirtiéndose en parte del mobiliario aristocrático sin ser accesible al público ni a los especialistas.
No fue hasta 2023 cuando la Fundación Halsted A&A logró adquirir la pieza, poniendo fin a su largo aislamiento. Desde entonces, un equipo de expertos en conservación ha trabajado en su restauración y estudio para garantizar su correcta exhibición.
![El aristócrata británico William Weddell adquirió la estatua de Atenea durante su viaje cultural por Roma en el Grand Tour](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/william-weddell.jpg)
Un nuevo hogar en Chicago
La llegada de la estatua a Wrightwood 659 no es un hecho aislado, sino que coincide con un renovado interés por la escultura romana en Estados Unidos. Su exhibición se produce en paralelo con la apertura de “Myth and Marble”, una esperada muestra en el Instituto de Arte de Chicago que reúne 58 esculturas de la célebre Colección Torlonia, una de las mayores colecciones privadas de arte romano en el mundo.
Este contexto ofrece una oportunidad excepcional para estudiar la estatua de Atenea desde diversas perspectivas. Su ensamblaje con partes de distintas épocas plantea interrogantes sobre la restauración y la reinterpretación del arte en distintas épocas históricas. Además, su representación femenina en un contexto de poder y sabiduría permite explorar su significado desde enfoques contemporáneos como los estudios de género.
La pervivencia de un legado
La estatua de Atenea es mucho más que una reliquia del pasado. Es un testimonio de la persistencia del arte clásico y su capacidad para fascinar a lo largo de los siglos. Desde los talleres de Roma en el siglo I, hasta los salones de la aristocracia británica y las galerías modernas de Chicago, su viaje refleja la continua revalorización del arte antiguo en distintos momentos de la historia.
Su exhibición en Wrightwood 659 no solo ofrece a los visitantes la oportunidad de contemplar una obra maestra de la escultura romana, sino que también invita a reflexionar sobre la forma en que interpretamos y preservamos nuestro patrimonio cultural. Atenea, la diosa de la sabiduría, ha encontrado un nuevo hogar, y con ella, una nueva audiencia que podrá redescubrir su historia y su significado en el siglo XXI.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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