A pesar de que el exgobernador de Veracruz Cuitláhuac García abandonó el estado, las tensiones con su sucesora, Rocío Nahle, continúan. Las diferencias que existieron durante la campaña todavía persisten y ahora vuelven a aflorar por las candidaturas para las elecciones municipales que se realizarán en junio y que podrían marcar el futuro de la primera mujer gobernadora de la historia del estado.
El 1 de junio se realizarán tres elecciones simultáneas en el país: las judiciales, las de Durango y las de Veracruz. En las primeras no pueden participar los partidos políticos y en el estado del Norte el escenario parece más claro con las candidaturas ya confirmadas. En el estado costeño el futuro es más incierto y las tensiones crecen a medida que se acerca la jornada electoral.
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Como relató LPO, la alianza de la 4T entre Morena, el Verde y el PT se rompió luego de que el partido rojo y amarillo no aceptara las condiciones de distribución de candidaturas entre las tres fuerzas al considerar que el partido guinda le daba menos espacio del que ya tiene o del que merece. Ahora, las tensiones son entre el exgobernador Cuitláhuac García y la actual gobernante, Rocío Nahle, quienes se disputan las principales candidaturas para asegurar sus propias cuotas de poder.
Según pudo saber LPO, desde sus nuevas oficinas en el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas), Cuitláhuac García busca colocar una serie de candidaturas para asegurar puestos para su propio equipo y, además, mantener cuotas de poder en el estado. Este plan choca con el armado de Rocío Nahle, quien busca quedarse con los principales nombramientos para asegurar y reforzar su estructura de cara a los seis años que gobernará.
La relación entre García y Nahle no es buena. Durante la última campaña, el equipo de la ahora gobernadora apuntó contra su antecesor, al que acusaron de haber llevado a cabo una administración defectuosa que podía complicar la propia candidatura de Morena en 2024. Finalmente, la exsecretaria de Energía ganó cómodamente y, una vez en el poder, intentó trabar su desembarco en el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien lo colocó al frente de un organismo descentralizado.
Además, los diferentes equipos que existen al interior del oficialismo todavía evalúan y se disputan el rol que tendrá la familia Yunes en las elecciones de junio. El senador que fue expulsado del PAN espera tener espacio en el armado de la 4T, pero Rocío Nahle ya avisó que no lo quiere adentro y pretende cerrarle el camino. Sin embargo, la dirigencia nacional podría intervenir para brindarle aire, lo que también influye en un armado que, por ahora, no está definido y que mantiene importantes tensiones en la previa.
Cortesía de La Política Online
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