La historia de nuestros antepasados está llena de incógnitas, y una de las más intrigantes acaba de emerger desde las tierras volcánicas de Melka Kunture, en Etiopía. Allí, un reciente estudio ha revelado que los primeros homínidos, en especial el Homo erectus y el Homo heidelbergensis, mostraban un interés inusual por unas piedras esféricas de origen volcánico. Estas no fueron talladas por manos humanas, sino que aparecían de manera natural tras erupciones explosivas. Pero lo realmente curioso es que estos antiguos pobladores no solo las encontraban, sino que las recolectaban y, al parecer, las usaban de algún modo.
Este descubrimiento plantea una pregunta fascinante: ¿qué tenían de especial estas piedras para que fueran seleccionadas y almacenadas a lo largo de cientos de miles de años? Aunque no hay una respuesta definitiva, las pistas encontradas en el estudio apuntan a una mezcla de utilidad práctica, curiosidad y hasta un posible valor simbólico.
Piedras redondas en el mundo de los primeros humanos
La presencia de piedras esféricas en yacimientos arqueológicos no es algo nuevo. Se han encontrado en diversos lugares habitados por antiguos homínidos, desde África hasta Asia y Europa. Hasta ahora, el interés de los investigadores se centraba en aquellas que habían sido claramente manipuladas y talladas para cumplir funciones específicas, como machacar huesos para extraer el tuétano o para trabajar materiales como la madera.
![Algunas de las esferas de piedra halladas en el yacimiento arqueológico de ‘Ubeidiya tienen una antigüedad estimada de 1,4 millones de años](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/piedras-esfericas-hallazgo.jpg)
Lo que hace especial al hallazgo de Melka Kunture es que estas piedras no eran productos de la habilidad manual de los homínidos. Aparecían en el paisaje debido a la actividad volcánica, pero a pesar de su origen natural, los habitantes de la zona parecían seleccionarlas intencionalmente y trasladarlas a sus campamentos. Esto sugiere que, además de su evidente atractivo geométrico, podían haber sido vistas como objetos con un propósito específico.
Los investigadores han detectado señales de desgaste en muchas de estas piedras, lo que indica que fueron usadas para golpear o triturar otros materiales. Esta evidencia respalda la idea de que nuestros antepasados experimentaban constantemente con su entorno, probando diferentes formas de utilizar los objetos naturales a su disposición.
¿Herramienta o símbolo? El enigma de su función
Uno de los aspectos más desconcertantes del hallazgo es la falta de un uso evidente para estas piedras. Si bien algunas muestran marcas de impacto, no hay pruebas contundentes de que fueran empleadas exclusivamente como herramientas. Esto ha llevado a los investigadores a especular sobre otros posibles motivos detrás de su recolección.
Es posible que estas piedras fueran valoradas por su rareza y su perfección geométrica. En un entorno natural donde la mayoría de las piedras tienen formas irregulares, una esfera casi perfecta debió de parecer algo digno de atención. Los humanos modernos tendemos a sentirnos atraídos por la simetría y las formas regulares, y quizá esta preferencia estética tenga raíces más antiguas de lo que imaginamos.
Otra posibilidad es que estas piedras tuvieran un valor simbólico o ritual. Aunque esto es difícil de probar, algunas teorías sugieren que podrían haber sido utilizadas en algún tipo de práctica social o incluso como elementos de intercambio. Tal vez eran un signo de estatus dentro de los grupos de Homo erectus, o simplemente objetos que despertaban fascinación y se transmitían entre generaciones.
![Técnicas para analizar los ángulos de los bordes, el centro de masa y la curvatura de la superficie](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/analisis-piedras-esfericas.jpg)
Un testimonio de la curiosidad humana
El descubrimiento en Melka Kunture aporta una nueva capa de complejidad a nuestra comprensión de Homo erectus y otros homínidos tempranos. Lejos de ser meros supervivientes preocupados solo por la caza y la recolección, estos antiguos humanos demostraban una capacidad de observación y experimentación con su entorno. La atención a estas piedras esféricas sugiere que eran capaces de notar patrones en la naturaleza y de valorar objetos por algo más que su utilidad inmediata.
La curiosidad es una de las características que definen a nuestra especie, y estos hallazgos nos muestran que esta inquietud intelectual podría haber existido desde hace más de un millón de años. La selección de estas piedras sugiere un proceso de pensamiento más complejo de lo que tradicionalmente se ha atribuido a los primeros homínidos, lo que nos obliga a repensar cómo evolucionó la mente humana.
Redescubriendo la inteligencia de los primeros homínidos
A lo largo de los años, los estudios sobre Homo erectus han revelado que era mucho más sofisticado de lo que solíamos imaginar. Se cree que este ancestro directo del Homo sapiens tenía un cierto control sobre el fuego, fabricaba herramientas de piedra con precisión y, como sugiere este nuevo descubrimiento, prestaba atención a elementos del entorno que iban más allá de la mera supervivencia.
El hallazgo en Melka Kunture nos acerca un poco más a entender la evolución de la inteligencia humana. Si bien nunca sabremos con certeza qué pensaban estos antiguos habitantes de África al recoger y utilizar estas piedras esféricas, lo que sí queda claro es que poseían una gran capacidad de observación y experimentación con los objetos que los rodeaban. Quizás, en estas piedras redondas, Homo erectus vio algo que iba más allá de su forma: una oportunidad para aprender, explorar y, quién sabe, tal vez incluso jugar.
Referencias
- Mussi, Margherita. (2025). The volcanic rock spheres of Melka Kunture (Upper Awash, Ethiopia) at Gombore IB and later Acheulean sites. Quaternary International 721:109681. Quaternary International. 721. 109681. DOI: 10.1016/j.quaint.2025.109681
- Muller Antoine, Barsky Deborah, Sala-Ramos Robert, Sharon Gonen, Titton Stefania, Vergès Josep-Maria and Grosman Leore 2023. The limestone spheroids of ‘Ubeidiya: intentional imposition of symmetric geometry by early hominins?. R. Soc. Open Sci.10230671. DOI: 10.1098/rsos.230671
Cortesía de Muy Interesante
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