Desde tiempos inmemoriales, el río Támesis ha sido el alma de Londres. Ha servido como vía de comercio, frontera natural y fuente de vida para sus habitantes. Pero bajo sus aguas turbulentas, se esconde un secreto macabro que los arqueólogos apenas comienzan a descifrar. Un reciente estudio ha revelado que, a lo largo de milenios, cuerpos humanos han sido arrojados al río, desde la Edad del Bronce hasta tiempos recientes. Pero, ¿por qué?
El hallazgo de cientos de huesos dispersos en el lecho del Támesis ya era conocido por los expertos, quienes han estudiado los esqueletos desde el siglo XIX, pero el nuevo análisis de datación por radiocarbono ha permitido entender mejor la magnitud del fenómeno. Concretamente, al analizar y comparar 30 nuevas dataciones de radiocarbono con 31 previas, los investigadores determinaron que los restos hallados en el Támesis abarcan un período de casi 6.000 años, desde aproximadamente el 4000 a. C. hasta el 1800 d. C. Sin embargo, la mayor concentración de cuerpos corresponde a la Edad del Bronce (2300 a. C. – 800 a. C.) y la Edad del Hierro (800 a. C. – 43 d. C.), con una notable presencia en las zonas más altas del río, lo que sugiere un patrón en su deposición.
Los resultados muestran que la mayoría de estos restos corresponden a la Edad del Bronce y del Hierro, lo que sugiere un patrón ritual o de violencia.
¿Sacrificios, ejecuciones o un destino inevitable?
El uso del agua en rituales funerarios es un fenómeno bien documentado en varias culturas antiguas de Europa. Las turberas escandinavas, por ejemplo, han conservado cuerpos de personas que parecen haber sido sacrificadas en ceremonias. En la Britania prerromana, los pantanos y ríos pudieron haber sido considerados lugares sagrados, donde se realizaban ofrendas humanas.
![El Támesis ha sido depósito de cadáveres durante 6.000 años, según arqueólogos](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/tamesis-arqueologos-hallazgo.jpg)
Algunos de los restos hallados en el Támesis presentan signos de violencia. Fracturas, cortes y lesiones mortales sugieren que estos individuos pudieron haber sido víctimas de conflictos o sacrificios rituales. Durante la Edad del Hierro, en particular, las disputas por el control de los recursos eran frecuentes, y es posible que algunos de estos cuerpos sean el eco de antiguos enfrentamientos por la supremacía del territorio.
Otras teorías sugieren que los cuerpos podrían haber pertenecido a personas ejecutadas por crímenes o traición, o incluso a aquellos que murieron ahogados en el río y cuyos restos fueron arrastrados por la corriente a lo largo de los siglos. La idea de que las orillas del Támesis albergaban cementerios naturales erosionados por el tiempo también ha sido planteada, aunque la concentración de huesos en ciertas áreas refuerza la hipótesis de una deposición intencionada.
El Támesis como frontera entre la vida y la muerte
El hallazgo también se enmarca dentro de un patrón más amplio observado en el noroeste de Europa: la relación entre agua y muerte. En la prehistoria, los ríos no solo eran arterias de comunicación y comercio, sino también límites simbólicos entre mundos. Arrojando cuerpos al agua, algunas culturas pudieron haber creído que estaban facilitando el tránsito de los difuntos al más allá o que estaban apaciguando a los dioses.
Este fenómeno no se limitó a la antigüedad. Durante la Edad Media y la era moderna, el Támesis siguió siendo testigo de muertes misteriosas. Prisioneros, brujas y herejes fueron lanzados a sus aguas como castigo, y en épocas más recientes, cuerpos han aparecido flotando en el río en circunstancias aún sin resolver.
![Arqueólogos encuentran cientos de esqueletos en el Támesis](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/hallazgo-arqueologos-tamesis-londres.jpg)
Próximos pasos en la investigación
El estudio, que combina nuevas dataciones con investigaciones previas, apenas ha arañado la superficie del misterio. Los arqueólogos planean analizar en detalle las lesiones de los huesos encontrados para determinar la naturaleza de las muertes. También se investigarán posibles patrones geográficos de deposición de los cuerpos para entender si existían sitios específicos de ritual o ejecución.
El río Támesis ha sido testigo del paso de civilizaciones enteras y de sus secretos más oscuros. Este hallazgo no solo reescribe la historia de Londres, sino que nos enfrenta a una pregunta inquietante: ¿qué otros misterios siguen ocultos bajo sus aguas?
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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