El paisaje de Dinamarca ha sido testigo de un hallazgo arqueológico sin precedentes. En el sitio de Løsning Søndermark, los arqueólogos han desenterrado un conjunto de armas de 1.600 años de antigüedad, pero entre ellas había algo inesperado: los fragmentos de un casco romano, el primero de su tipo encontrado en el país. La pieza, enterrada junto con lanzas, espadas y una cota de malla, sugiere un antiguo ritual de ofrenda vinculado a un líder germánico con conexiones con el Imperio Romano.
Un tesoro de guerra oculto en el tiempo
El descubrimiento tuvo lugar durante las excavaciones previas a la expansión de la autopista E45, una de las principales vías de Dinamarca. Desde el inicio, los arqueólogos sabían que el sitio era especial. A medida que las capas de tierra fueron revelando restos de estructuras y armas, el equipo se encontró con una cantidad abrumadora de lanzas, espadas y otros elementos militares cuidadosamente enterrados.
Pero la sorpresa llegó cuando los investigadores analizaron dos placas de hierro del tamaño de una palma de la mano. A simple vista, parecían fragmentos metálicos sin una forma clara. Sin embargo, tras un análisis con imágenes de rayos X, los expertos descubrieron que eran parte de un casco romano de cresta del siglo IV. Se trataba de la placa del cuello y una de las protecciones de las mejillas, decorada con motivos que aún se pueden distinguir a pesar del paso del tiempo.
El hallazgo es notable por varias razones. No solo representa el primer casco romano descubierto en Dinamarca, sino que también se suma a la escasa lista de piezas similares encontradas en Escandinavia. Anteriormente, solo se habían localizado ejemplares en el sur de Suecia y en el yacimiento de Thorsbjerg, en la actual Alemania.
![Imágenes de rayos X de las protecciones para el cuello y las mejillas de un casco romano hallado en Løsning Søndermark](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/rayos-x-casco-romano-dinamarca.jpg)
¿Cómo llegó un casco romano a Dinamarca?
La presencia de un casco romano en el norte de Jutlandia plantea preguntas fascinantes sobre los vínculos entre los pueblos germánicos y Roma. En el siglo IV, Dinamarca estaba habitada por tribus germánicas que mantenían una relación compleja con el Imperio Romano. Algunas de estas tribus comerciaban con Roma, otras luchaban contra sus ejércitos y algunas incluso servían como mercenarios en sus legiones.
Los arqueólogos han propuesto dos posibles explicaciones para la presencia del casco en Løsning Søndermark. Una posibilidad es que perteneciera a un guerrero germánico que sirvió en el ejército romano y, tras regresar a su tierra natal, conservó su equipo como símbolo de estatus. Alternativamente, el casco pudo haber sido obtenido como botín de guerra en enfrentamientos con los romanos en las fronteras del Rin o el Danubio y llevado hasta Jutlandia como trofeo.
Sea cual sea su origen, el casco no se depositó en la tierra intacto. En consonancia con los rituales de la época, los objetos militares encontrados en el sitio parecen haber sido destruidos antes de ser enterrados. Esto se observa también en las espadas, que fueron separadas de sus empuñaduras, y en las lanzas, que fueron desarmadas. Este tipo de prácticas eran comunes en los rituales de ofrenda después de la batalla, cuando los guerreros germánicos entregaban sus armas como un acto simbólico para sellar la victoria o apaciguar a sus dioses.
Un vistazo a la élite guerrera de la Edad del Hierro
El sitio de Løsning Søndermark no es solo una acumulación de armas, sino que representa una ventana al pasado, mostrando la vida de las élites militares de la Edad del Hierro en Escandinavia. Entre los objetos encontrados se destaca una cota de malla excepcionalmente bien conservada, una prenda de protección que requería un alto nivel de habilidad metalúrgica para su fabricación. Su presencia sugiere que el dueño de estas armas no era un guerrero común, sino un líder poderoso con acceso a recursos y contactos más allá de su comunidad.
Junto a las armas, los arqueólogos también han desenterrado bridas de caballos, anillos de bronce conocidos como “anillos de juramento” —objetos simbólicos de estatus y lealtad— y fragmentos de un bugle, un instrumento de viento utilizado para dar señales en combate. Todos estos elementos refuerzan la idea de que este sitio fue un centro de poder donde un líder militar y su séquito realizaban rituales para marcar eventos significativos en su historia.
![El arqueólogo Elias Witte Thomasen y su equipo llevaron a cabo excavaciones en el yacimiento de Løsning Søndermark como parte de los trabajos previos a la construcción de una carretera](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/arqueologo-casco-romano-dinamarca.jpg)
Descifrando el enigma del sacrificio
El acto de destruir armas y enterrarlas en el suelo no era un gesto impulsivo, sino un ritual cuidadosamente orquestado. Las evidencias sugieren que en Løsning Søndermark se realizaban ceremonias en las que las armas eran desmontadas y divididas antes de ser depositadas en el suelo. Estas prácticas tenían un profundo significado religioso y político, vinculando la guerra con el mundo espiritual.
Los arqueólogos creen que los dos edificios donde se encontraron las armas desempeñaron un papel clave en este proceso. Uno de ellos parece haber sido demolido intencionalmente antes de que las armas fueran enterradas en su interior, mientras que el otro albergaba armas en su cimentación, sugiriendo que la ofrenda pudo haber estado ligada a su construcción. Estas acciones habrían marcado un momento crucial en la comunidad, ya fuera la celebración de una victoria o la consagración de un nuevo centro de poder.
![Según el museo, la cota de malla se encuentra en un estado de conservación excepcional](https://jlanoticias.com/wp-content/uploads/cota-malla-dinamarca.jpg)
Un hallazgo que reescribe la historia
Este descubrimiento cambia nuestra comprensión de los lazos entre Roma y las tribus del norte de Europa. Aunque se sabía que los guerreros germánicos tenían acceso a armamento romano, la presencia de un casco dentro de una ofrenda ritualizada indica una relación más compleja de lo que se creía.
Desde el pasado 8 de febrero de 2025, los visitantes del Museo Cultural de Vejle pueden ver los fragmentos del casco, junto con otros artefactos recuperados en Løsning Søndermark. Esta exposición ofrece una oportunidad única para que el público contemple de cerca un objeto que, hasta hace poco, parecía impensable encontrar en tierras danesas.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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