Ubicada en el municipio de Tecozautla, la pirámide del Pañhú es un sitio arqueológico de gran importancia que data del periodo Clásico mesoamericano (300-900 d.C.). Perteneció a la cultura Xajay, un grupo poco estudiado pero clave en el desarrollo de la región. Esta estructura, aunque menos conocida que otras pirámides en México, ofrece una ventana única a la cosmovisión y las prácticas rituales de sus antiguos habitantes.
El nombre Pañhú proviene del otomí y significa “camino caliente”, en referencia a la cercanía del sitio con los manantiales termales de Tecozautla. Se cree que esta pirámide tuvo un uso ceremonial y astronómico, ya que su orientación coincide con fenómenos solares como el equinoccio de primavera. Desde su cima, es posible observar el movimiento del sol en relación con las montañas circundantes, lo que sugiere que los Xajay tenían conocimientos avanzados de astronomía.
El sitio arqueológico está compuesto por varias plataformas y estructuras, pero su elemento más destacado es una pirámide construida con piedra basáltica. Las excavaciones han revelado entierros humanos, ofrendas y cerámica que demuestran la influencia de culturas como la teotihuacana y la tolteca en la zona.
Hoy en día, el Pañhú es un destino ideal para los amantes de la arqueología y la historia. Además de su importancia cultural, el sitio ofrece una vista panorámica espectacular del valle de Tecozautla, convirtiéndolo en un lugar de interés tanto para investigadores como para turistas.
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