Kalundborg es una pequeña ciudad portuaria ubicada al oeste de Copenhague, en Dinamarca. Allí se encuentra la planta más grande de semaglutida, el compuesto activo de Ozempic, un fármaco contra la diabetes desarrollado por la empresa Novo Nordisk. Este medicamento ha ganado mucha popularidad en años recientes por su efectividad en tratamientos para bajar de peso.
Entre 2022 y 2029 Novo Nordisk invertirá 60,000 millones de coronas danesas (más de 170,000 millones de pesos) para ampliar sus instalaciones en Kalundborg. A pesar de esa impresionante inyección de capital, la ciudad enfrenta importantes desafíos. Uno de ellos es su dificultad para atraer residentes permanentes y el otro es su alta tasa de obesidad infantil.
Problemas en Kalundborg
En 2014, el gobierno danés implementó un programa para motivar a la población a realizar cambios en su estilo de vida. Según el Observatorio Mundial de Obesidad, para 2022 el 20% de niños y el 12% de niñas de 11 años en Dinamarca tenían sobrepeso. Pese a ello, Kalundborg se encuentra entre el 5% de ciudades danesas con mayor índice de obesidad infantil, de acuerdo con la BBC.
La obesidad infantil no es el único mal que aqueja a esta ciudad. La mayoría de los trabajadores que llegan a sus labores no reside en Kalundborg, sino que se desplaza a otras ciudades cuando terminan su jornada. Los serios problemas de infraestructura y la falta de atractivos son uno de los motivos fundamentales para esto.
Las familias con hijos en edad escolar tampoco tienen una verdadera motivación para residir en dicha ciudad. Aparte de que los edificios están en muy mal estado, resulta muy difícil encontrar profesores cualificados dispuestos a enseñar allí. Esto, por supuesto, repercute en el desarrollo académico y las expectativas de los estudiantes locales, pues mucho se han hecho a la idea de que terminarán trabajando en Novo Nordisk, por lo que no ven la necesidad de esforzarse.
Depender de la industria farmacéutica
La población de Kalundborg enfrenta limitaciones para mejorar su calidad de vida y depende de los empleos que ofrece la planta de Novo Nordisk. La empresa ha contribuido de forma significativa a la economía del país (en 2023 registró un crecimiento del 1.1% gracias a este sector). Actualmente, en la planta de Kalundborg laboran 4,500 personas, muchas de ellas dejaron Copenhague debido a lo caro que es vivir en la capital. Novo Nordisk planea crear 1,250 empleos más.
No obstante, esta dependencia es quizás también el mayor riesgo de la economía de Dinamarca. Actualmente, muchos ciudadanos tienen acciones en Novo Nordisk, y la empresa ha alcanzado un tamaño similar al que tenía Nokia en el 2007. Cuando la empresa de telefonía colapsó, dejó un gran impacto en la economía de Finlandia, país del que fue un pilar importante.
Según el economista Las Olsen, de Danske Bank, el caso de Nokia “es un recordatorio de que necesitamos asegurarnos de que el resto de la economía continúe invirtiendo en educación e infraestructura para evitar riesgos futuros“. Otra persona que comparte su opinión es el también economista Mads Lundby Hansen, quien apunta que “aunque el desempeño de Novo Nordisk es impresionante, es esencial no olvidar el otro 99% de la economía“.
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Imagen | Novo Nordisk.
El “milagro” de Ozempic
De acuerdo con el autor Kurt Jacobsen, Ozempic estuvo a punto de no haber existido nunca. El autor del libro Novo Nordisk, contó que “la cúpula de la empresa no creía en la semaglutida“. No fue sino “gracias a la perseverancia del director de investigación” que se decidió continuar su desarrollo en 2005 y 2006.
En Kalundborg, el llamado “efecto Ozempic” se vive con más fuerza que en ningún otro lado. El alcalde de la ciudad, Martin Damm, reveló en 2024 a la BBC que, en su tasa de crecimiento fue de 26.88% en el último año y la tasa de desempleo había disminuido considerablemente. “Hace diez años, teníamos una tasa de desempleo bastante alta. Ahora, tenemos una de las más bajas en la isla de Selandia“, dijo.
Solo queda observar el futuro de Dinamarca y Kalundborg en los años venideros. Mientras tanto, Ozempic sigue sorprendiendo a la comunidad científica, pues recientemente un estudio publicado en la revista Jama Psychiatry mostró que la semaglutida también puede ayudar en el tratamiento de la adicción al alcohol.
Cortesía de Xataka
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