Hidalgo es un estado con una gran riqueza gastronómica, y sus dulces típicos no son la excepción. Algunos han sido parte de la tradición por generaciones, mientras que otros han sido adoptados y adaptados hasta convertirse en un emblema de la región. Aquí te presentamos algunos de los más representativos.
Pepitorias: obleas gigantes con semillas y nueces
Uno de los dulces más característicos de Hidalgo son las pepitorias, elaboradas con semillas o nueces y envueltas en grandes obleas de colores y distintos sabores. Su tamaño y presentación las hacen únicas, y es poco común encontrarlas fuera del estado.
Pan de pulque: un clásico de las regiones pulqueras
Aunque el pan de pulque también es tradicional en estados como San Luis Potosí y Tlaxcala, en Hidalgo ha sido adoptado como un dulce infaltable en ferias y festividades. Su sabor y textura lo hacen perfecto para acompañar un buen café o chocolate caliente.
Pastel de nopal: sabor e innovación
Este postre, elaborado con nopal, ha encontrado en Hidalgo un lugar especial en la gastronomía local. Su versatilidad permite combinarlo con bebidas como el atole de masa, convirtiéndolo en una opción ideal para una merienda tradicional.
Dulce de tamarindo: entre lo ácido y lo dulce
Los dulces de tamarindo en Hidalgo pueden encontrarse en diversas presentaciones, ya sea en forma de pulpa o cristalizados. Su combinación de acidez y dulzura los hace irresistibles y populares en ferias y mercados.
Ate de frutas: una opción dulce y natural
Los ates de frutas son preparados en distintas partes de México, pero en Hidalgo han mantenido su esencia artesanal. Hechos con ingredientes naturales, estos dulces son una opción saludable y deliciosa para disfrutar en cualquier momento.
Si visitas Hidalgo, no puedes dejar de probar estos dulces que forman parte de su identidad y tradición culinaria. ¿Cuál de ellos te gustaría probar primero?
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