Fuente de la imagen, Getty Images
- Autor, Nada Tawfik
- Título del autor, Corresponsal de la BBC en la ONU
- Informa desde Nueva York
Una jornada diplomática dramática en Naciones Unidas puso de manifiesto las crecientes grietas en la alianza transatlántica desde que el presidente Donald Trump regresó al escenario global y cambió radicalmente la política exterior de Estados Unidos.
Cuando Rusia invadió Ucrania hace tres años, Europa no tenía un socio más fuerte que Estados Unidos.
Pero esta semana, en los pasillos de la Asamblea General y en el Consejo de Seguridad, Estados Unidos trabajó contra sus aliados más cercanos y se puso del lado de Rusia, Bielorrusia y Corea del Norte para aprobar resoluciones sobre el conflicto en Ucrania.
El gobierno de Kyiv promovió una resolución simbólica de la Asamblea General en el tercer aniversario de la invasión rusa, que se cumplió el pasado 24 de febrero.
Requería que el organismo de 193 miembros reafirmara la integridad territorial de Ucrania y pidiera a Rusia que retirara sus fuerzas de acuerdo con la carta de la ONU.
Esa resolución fue aprobada el lunes, pero con menos apoyo que en años anteriores. Muchos miembros se abstuvieron para evitar tensiones con la nueva postura de Estados Unidos.
Los diplomáticos de Washington habían instado a otros países a votar en contra de la medida y apoyar en cambio su “resolución prospectiva”, que constaba de sólo tres breves párrafos en los que adoptó una postura neutral sobre la guerra, evitó culpar a Rusia y pidió un final rápido del conflicto seguido de una paz duradera.
Washington no sólo introdujo su medida en la Asamblea General, donde los votos de todos los países tienen el mismo peso, sino también en el Consejo de Seguridad, el órgano más poderoso de la ONU, donde se reúnen las principales potencias.
Las resoluciones allí son legalmente vinculantes -aunque a veces difíciles de hacer cumplir- y el poder de veto de Rusia como miembro permanente ha hecho que no se haya podido aprobar en él ninguna iniciativa sobre Ucrania.
La medida estadounidense sorprendió a Europa con la guardia baja. Un diplomático europeo le dijo a la BBC que Estados Unidos se comportó como un matón y no tuvo en cuenta su postura sobre la seguridad de su continente.
Otro miembro del Consejo de Seguridad, el embajador de Eslovenia, Samuel Zbogar, le dijo a la BBC que Europa está luchando por adaptarse al cambio de 180 grados en la posición de Estados Unidos y a la velocidad a la que se mueve Washington.
Apuntó que la Unión Europea necesitará reflexionar un poco en la reunión del consejo del organismo la próxima semana.
“Los líderes tendrán que desarrollar un plan sobre cómo la UE puede participar activamente en la búsqueda de la paz, en lugar de reaccionar a lo que otros están haciendo. Depende de nosotros ahora en Europa dar un paso al frente”, indicó.
Hubo muchas reacciones en los pasillos de la sede de la ONU en Nueva York, mientras los líderes europeos trabajaban para digerir la última posición de Estados Unidos.
Una votación impensable hace poco
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Fuente de la imagen, Getty Images
La embajadora británica, Barbara Woodward, y el embajador francés, Nicolas De Riviere, intentaron posponer la votación del Consejo de Seguridad, argumentando que sus miembros necesitaban más tiempo para analizar el texto y negociar.
Curiosamente, China estaba dispuesta a dar más tiempo para las discusiones, pero Estados Unidos y Rusia, normalmente enfrentados en el consejo, se opusieron.
Los miembros europeos del consejo intentaron entonces introducir enmiendas, como habían hecho con éxito anteriormente en la resolución de la Asamblea General, incorporando modificaciones que hicieron que Estados Unidos se abstuviera en su propia resolución.
En el Consejo de Seguridad, Estados Unidos amenazó con bloquear las enmiendas propuestas para establecer a Rusia como agresor, reafirmar las fronteras de Ucrania y pedir una paz justa.
Sus representantes dijeron que restaban valor a lo que Washington intenta lograr y, en lugar de poner fin al conflicto, buscaban una guerra de términos.
Al final, Estados Unidos no tuvo que utilizar su veto porque Rusia votó a favor de bloquear el texto enmendado.
La resolución neutral de Estados Unidos finalmente fue aprobada, rompiendo con tres años de parálisis del Consejo de Seguridad sobre Ucrania forzada por el poder de veto de Rusia.
Hace apenas unos meses, hubiera parecido impensable que la primera resolución adoptada sobre el conflicto tuviera un lenguaje tan limitado, y que una resolución como esta fuera propuesta por Estados Unidos, tolerada por Rusia y aprobada sin el pleno apoyo de los cinco miembros europeos del Consejo de Seguridad..
Estados Unidos elogió el hecho, la primera acción del consejo para pedir el fin de la guerra. Otros no fueron tan festivos.
Richard Gowan, director de Crisis Group, un centro de análisis internacional, dijo que después de tres años de una rivalidad cada vez más profunda entre Rusia y Estados Unidos en la ONU, ver a las dos potencias coordinándose para avergonzar a Europa era bastante sorprendente.
Afirmó que, si bien todos esperaban que el presidente Trump fuera disruptor en la ONU, lo ocurrido ha superado la mayoría de las expectativas.
“El lobby estadounidense contra la resolución europeo-ucraniana fue muy crudo. Se informó que funcionarios estadounidenses amenazaron con recortar la ayuda a los estados que no la cumplieran. Esto ha dejado un sabor desagradable entre muchos miembros de la ONU”, explicó Gowan.
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Cortesía de BBC Noticias
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