Hidalgo es hogar de una biodiversidad sorprendente, con ecosistemas que van desde bosques templados hasta semidesiertos. Esta variedad de hábitats permite que el estado albergue numerosas especies endémicas que no se encuentran en otras partes del país. Conocer la fauna local no solo es una oportunidad para aprender sobre la riqueza natural de Hidalgo, sino también para contribuir a su conservación.
Entre las especies más emblemáticas se encuentra la salamandra (Pseudoeurycea), un anfibio que habita en los bosques de niebla de la Sierra Madre Oriental. También destaca el zacatuche o teporingo (Romerolagus diazi), un pequeño conejo que habita en las zonas de matorral alto, y que es considerado una especie en peligro debido a la reducción de su hábitat.
En cuanto a aves, el colibrí berilo (Amazilia beryllina) es una de las especies más llamativas que se pueden observar en los jardines y bosques de la región. Además, el águila real (Aquila chrysaetos), símbolo nacional, aún encuentra refugio en algunas zonas montañosas de Hidalgo, aunque su avistamiento es cada vez más raro.
Para los amantes de la naturaleza, existen diversas reservas y parques donde se puede apreciar esta fauna en su hábitat natural. Lugares como el Parque Nacional El Chico, la Reserva de la Biósfera Barranca de Metztitlán y el Valle de Mezquital son ideales para la observación de especies. La conservación de estos espacios es clave para proteger la biodiversidad y asegurar que las futuras generaciones sigan disfrutando de la riqueza natural de Hidalgo.
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