Un hallazgo que revoluciona la historia: descubren en EE.UU. el primer “vehículo” de la humanidad, usado miles de años antes de la rueda

En un hallazgo sin precedentes, un equipo de arqueólogos ha identificado en el Parque Nacional de White Sands, en Nuevo México, evidencias de una de las primeras formas de transporte humano. Se trata de una serie de marcas en el suelo, combinadas con huellas humanas, que sugieren el uso de travois hace aproximadamente 22.000 años. Este descubrimiento desafía lo que sabíamos sobre la movilidad de los primeros habitantes de América y abre nuevas preguntas sobre su forma de vida.

Los travois son estructuras rudimentarias hechas de dos palos cruzados en forma de “A” o “X”, utilizados para arrastrar cargas pesadas. Este sistema de transporte era común entre los pueblos indígenas de América del Norte antes de la llegada de los europeos y solía ser tirado por perros o caballos. Sin embargo, las marcas encontradas en White Sands sugieren que, miles de años antes, los seres humanos ya utilizaban este método sin la ayuda de animales.

Las evidencias ocultas en el suelo de White Sands

Los investigadores encontraron las huellas mientras realizaban excavaciones en White Sands, un sitio ya famoso por albergar algunas de las huellas humanas más antiguas del continente. Entre los rastros de pasos, identificaron líneas paralelas y surcos en el suelo, algunos de ellos extendiéndose hasta 50 metros. Estos surcos se superponen con las pisadas humanas, lo que indica que fueron creados al arrastrar algo pesado sobre el terreno blando.

Rasgo lineal en TH2 en el Área A (suroeste) que revela una línea de huellas pisoteadas. Estas huellas están cementadas por dolomita y presentan un relieve tanto positivo como negativo. Su grado de cementación es tan alto que no pueden ser excavadas. Fuente: Bennett MR et al (2025). doi:10.1016/j.qsa.2025.100274

Los análisis indican que estas marcas no son producto de fenómenos naturales ni de animales. Su disposición y la manera en la que interactúan con las huellas humanas sugieren que se trataba de un sistema de transporte. Algunas de las marcas muestran un único surco, lo que apunta a un travois en forma de “A”, mientras que otras exhiben dos líneas paralelas, lo que indicaría una estructura en “X” más estable.

Para comprobar su hipótesis, los investigadores realizaron experimentos con travois reconstruidos en terrenos similares, como marismas y playas. Los resultados fueron asombrosos: las marcas que dejaron en el suelo eran prácticamente idénticas a las de White Sands, lo que refuerza la idea de que los primeros habitantes de América usaban esta tecnología para transportar recursos.

Más allá de la rueda: una tecnología olvidada

Este hallazgo cambia la percepción de la movilidad humana en la prehistoria. Si bien la invención de la rueda es considerada uno de los mayores hitos tecnológicos de la humanidad, la existencia de los travois demuestra que las sociedades antiguas ya habían encontrado soluciones eficientes para el transporte de cargas mucho antes. La rueda apareció en Mesopotamia hace unos 5.500 años, pero estas huellas sugieren que el uso de un método alternativo de transporte existía al menos 17.000 años antes.

Los investigadores también destacan que estos travois pudieron haber sido utilizados no solo para mover bienes, sino también para transportar personas, como niños o ancianos. En muchas culturas indígenas de América del Norte, este tipo de “vehículos” se usaban para llevar pertenencias, pero también como una forma rudimentaria de carro. El descubrimiento en White Sands sugiere que este concepto de movilidad podría haber estado presente en los primeros grupos humanos que poblaron el continente.

Experimentos modernos con travois se llevaron a cabo en Poole Harbour (Reino Unido) y en una playa de Maine (EE.UU.). La parte inferior presenta los resultados de las pruebas de campo
Experimentos modernos con travois se llevaron a cabo en Poole Harbour (Reino Unido) y en una playa de Maine (EE.UU.). La parte inferior presenta los resultados de las pruebas de campo. Fuente: Bennett MR et al (2025). doi:10.1016/j.qsa.2025.100274

Los primeros migrantes de América y su ingenio

White Sands ya había revolucionado la cronología de la llegada del ser humano a América cuando en 2021 se publicaron estudios que databan las huellas humanas en el sitio entre 21.000 y 23.000 años atrás. Esto puso en entredicho la teoría tradicional de que los primeros humanos cruzaron el estrecho de Bering hace unos 15.000 años, cuando los glaciares comenzaron a retirarse.

Ahora, con este nuevo hallazgo, se suma una capa adicional a la historia de estos primeros migrantes. Se sabe que recorrían largas distancias en busca de recursos, y el uso de travois habría sido clave para su supervivencia. En lugar de depender solo de la fuerza de sus brazos para cargar alimentos, herramientas o materiales, estos grupos desarrollaron una forma más eficiente de transporte, lo que pudo haberles dado una ventaja en su adaptación a diferentes entornos.

Los arqueólogos destacan que este descubrimiento es una ventana única al pasado, ya que las huellas humanas nos permiten imaginar momentos concretos de la vida de estas personas. No se trata solo de restos de herramientas o armas, sino de rastros de su actividad cotidiana, de sus movimientos y de la manera en que organizaban su vida.

Reescribiendo la historia del transporte humano

El hallazgo de White Sands es una prueba más de que la historia humana es mucho más compleja de lo que imaginamos. La movilidad ha sido clave en la expansión de nuestra especie, y este descubrimiento demuestra que, incluso antes de la domesticación de animales de carga, los seres humanos ya habían encontrado formas ingeniosas de moverse y transportar sus pertenencias.

Este sitio arqueológico sigue ofreciendo revelaciones que desafían lo que creíamos saber sobre los primeros habitantes del continente. Con cada nueva excavación, el relato de la migración humana en América se vuelve más rico y matizado. Si bien aún quedan muchas preguntas por responder, una cosa es segura: la creatividad y la capacidad de adaptación han sido rasgos esenciales de nuestra especie desde tiempos inmemoriales.

Con más estudios en marcha y nuevas técnicas de análisis en desarrollo, es posible que White Sands siga ofreciendo más pistas sobre la vida de estos antiguos pobladores. ¿Qué otros secretos aguardan bajo su superficie? Solo el tiempo y la investigación nos darán la respuesta.

Referencias

  • Bennett MR, Urban TM, Bustos DF, Reynolds SC, Jolie EA, Strehlau HC, Odess D, Springer KB, Pigati JS. The ichnology of White Sands (New Mexico): Linear traces and human footprints, evidence of transport technology? Quaternary Science Advances. 2025;17:100274. doi:10.1016/j.qsa.2025.100274

Cortesía de Muy Interesante



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