En 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) presentó una propuesta para que Google vendiera Chrome en el marco de un juicio antimonopolio contra la compañía por su dominio en las búsquedas en internet. Ahora, bajo la administración de Donald Trump, el caso ha cobrado un nuevo impulso con una orden judicial que busca obligar a Google a vender su navegador, aunque flexibiliza otras exigencias relacionadas con la inteligencia artificial y Android.
De acuerdo con The New York Times, la versión revisada de la propuesta señala que la empresa opera prácticamente como un monopolio y que, “como castigo por negarle a los usuarios la capacidad de elegir en el mercado”, debe desprenderse de Chrome. Con esta medida, se pretende brindar a un competidor la oportunidad de gestionar una entrada significativa de las búsquedas en internet.
Según el documento presentado por el DOJ, “la conducta ilegal de Google ha creado un gigante económico que causa estragos en el mercado para garantizar que, pase lo que pase, Google siempre gane”. Por ello, con el objetivo de “nivelar” el terreno de juego, la compañía debe deshacerse de este navegador.
Entre las medidas propuestas, se establece que Google deberá renunciar a Chrome de manera inmediata y completa, junto con los datos y activos necesarios para su correcto funcionamiento. Además, la transferencia deberá realizarse a un competidor tras un análisis que garantice que no represente una amenaza para la seguridad nacional.
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Android y la inteligencia artificial
A diferencia de la propuesta original, la nueva versión presenta cambios en lo que respecta a Android y a las inversiones en inteligencia artificial. En este sentido, ya no se exige la venta inmediata de ambas divisiones.
Inicialmente, se había solicitado que Google limitara sus inversiones en inteligencia artificial, pero ahora solo deberá notificar al gobierno antes de realizarlas. Según el argumento expuesto, imponer restricciones más severas debilitaría el liderazgo del país en este ámbito.
Otro aspecto que ha cambiado es la obligación de vender Android. La propuesta inicial establecía que la empresa debía desprenderse del sistema operativo para permitir modificaciones en su funcionamiento. Sin embargo, el nuevo enfoque se centra en imponer restricciones sobre la promoción de productos dentro de la plataforma.
El documento indica que esta medida impedirá que Google imponga sus productos de búsqueda o inteligencia artificial generativa en Android. También evitará que presione a sus socios comerciales para que utilicen sus servicios en lugar de los ofrecidos por la competencia. Si estas restricciones no son suficientes para controlar sus prácticas o no se aplican de manera efectiva, el gobierno podría terminar por exigir la venta de la división.

El proceso judicial avanzará en los próximos meses, y Google ya ha manifestado su rechazo a la venta de servicios como Chrome. Sin embargo, la resolución aún tomará tiempo, ya que se ha programado una audiencia sobre las nuevas propuestas para abril de 2025. Además, queda por ver si no se presentan apelaciones que retrasen o modifiquen cualquier orden judicial.
Cortesía de Xataka
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