Las pelusas pueden ser consideradas como la basura de la lavadora, pero estos usos te pueden sorprender

¿Qué objetos podemos encontrar en nuestra lavadora? Es bien sabido que la lavadora es uno de los productos del hogar en los que más gérmenes y objetos se acumulan, debido a la cantidad de suciedad que tiene nuestra ropa. Por ejemplo, podemos echar nuestros pantalones con monedas, papel higiénico, tierra, plumas, lápices, llaves y cualquier objeto que se pudiera olvidar en el bolso de los pantalones

Además de todo esto, dentro de la lavadora se forman pequeños hámsters grises. Esa bola de telas, con textura de algodón, que se juntan en los filtros, que seguramente deberías limpiar. Esas bolas ahora las conocemos como pelusa, y aunque no lo creas, a pesar de que parecen un desecho fácil de tirar, deberías tener cuidado, pues tienes un tesoro.  

Qué es la pelusa y por qué se forma

La pelusa es un conjunto de pelillos o filamentos que se desprende de las telas o cuerpos con fibras. En el caso específico de la lavadora, es el resultado de la acumulación de pequeñas fibras que se caen de la ropa durante el lavado. El material que se acumula en el filtro de la lavadora también contiene pelo, pelo de mascotas y partículas de pelo.

Como ya dijimos, el color habitual de este material es gris, aunque esta tonalidad varía dependiendo de los colores predominantes en la ropa. Pero la razón de que existan es la fricción constante entre los tejidos y el tambor dentro de la lavadora. Durante este proceso, las fibras se debilitan por el uso cotidiano, se desprenden y, debido a la acción del agua y el movimiento en círculos, encuentran su camino hacia otras prendas, pegándose firmemente a otra ropa o al mismo filtro.

Qué usos le puedo dar a la pelusa

Aunque parezca difícil de creer, la pelusa no es totalmente basura, la puedes reutilizar en tu hogar. Es importante decir que, en la mayoría de los casos, lo primero que deberás hacer es asegurarte de que ya no tiene jabón u otras sustancias químicas. Sus posibles usos son:

  • En el jardín para retener humedad en la tierra.
  • Para prevenir la erosión en el suelo.
  • Relleno de osos de peluche o almohadas.
  • Proteger a las plantas de bajas temperaturas.
  • Para hacer papel.
  • Para tapar hoyos en invierno y evitar que entre el frío a la casa.

Cortesía de Xataka



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