En 1977 se lanzaron las dos sondas Voyager, que llevan más de 45 años en su viaje por el espacio, enfrentándose a problemas y retos, que también amplía el conocimiento del sistema solar. Estas naves no solo transportan el icónico disco dorado con mensajes de todo el mundo, sino que también incluyen una canción mexicana.
Ambas sondas cuentan con discos fonográficos descritos por la NASA como “cápsulas del tiempo”, diseñados para comunicar la historia de la humanidad en caso de encontrar vida extraterrestre. Se trata de discos de cobre chapado en oro de 12 pulgadas que contienen sonidos e imágenes representativos de la diversidad de nuestro planeta.
Los discos de oro
El contenido fue seleccionado por un comité presidido por Carl Sagan, quien recopiló 115 imágenes y diversos sonidos naturales, como los producidos por el viento, las olas y los truenos, además de cantos de aves, ballenas y otros animales. También se incluyeron piezas musicales de distintas épocas y culturas, junto con mensajes impresos del presidente Jimmy Carter y del secretario general de la ONU, Kurt Waldheim.
Cada disco está protegido por una funda de aluminio e incluye un cartucho, aguja e instrucciones en lenguaje simbólico que explican tanto el origen de la nave espacial como el procedimiento para reproducir el disco.
La NASA indica que estos discos están diseñados para reproducirse a 16 revoluciones por minuto. En ellos se encuentran saludos en 55 idiomas, comenzando con el acadio, hablado en Sumeria hace unos seis mil años, y finalizando con wu, un dialecto chino moderno. Además, existe un libro titulado Murmullos de la Tierra, que narra la historia de la creación del disco e incluye un índice con todo su contenido.
Según la NASA, pasarán 40 mil años antes de que las sondas se acerquen a otro sistema planetario. Carl Sagan sugirió que, si existen civilizaciones espaciales avanzadas, podrían encontrar las naves y reproducir el disco.
La música en las Voyager
Dentro de la selección musical de 90 minutos a bordo de las Voyager se encuentra El cascabel, un huapango veracruzano interpretado por Lorenzo Barcelata junto al Mariachi México.
México cuenta con una sola pieza musical en este recopilatorio, a diferencia de otros países como Alemania, que tiene cinco representaciones. Entre ellas destacan obras de Bach, como el Concierto de Brandeburgo n.º 2 en fa mayor, primer movimiento, y la Gavotte en rondeaux de la Partita n.º 3 en mi mayor para violín, además de piezas de Beethoven, como la Quinta Sinfonía, primer movimiento, y el Cuarteto de cuerda n.º 13 en si bemol, Opus 130, Cavatina.
Un detalle relevante es que El cascabel es la única canción en español en todo el disco. Junto con el saludo—que tiene un marcado acento de alguna región de España—son los únicos dos contenidos en este idioma dentro de las sondas Voyager.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: