Lo que el telescopio James Webb acaba de ver en la Nebulosa de la Llama cambiará la astronomía: objetos misteriosos con la masa de Júpiter desconciertan a los científicos

La Nebulosa de la Llama, ubicada a 1.400 años luz en la constelación de Orión, es una fábrica de estrellas en plena actividad. Allí, el telescopio James Webb (JWST) ha detectado por primera vez objetos flotantes con masas entre 0,5 y 3 veces la de Júpiter, un hallazgo que podría redefinir los límites entre planetas, enanas marrones y estrellas.

Este descubrimiento, publicado en The Astrophysical Journal Letters y respaldado por la NASA, muestra que por debajo de 3 masas de Júpiter, apenas hay objetos detectables, lo que podría marcar el límite mínimo de la formación estelar. Según el autor principal del estudio, Matthew De Furio: “No encontramos prácticamente ningún objeto por debajo de 2 o 3 masas de Júpiter, y deberíamos verlos si estuvieran ahí” (NASA, 2025).

Webb frente a Hubble: una nueva ventana al cosmos

Los astrónomos llevan décadas estudiando la Nebulosa de la Llama con el telescopio Hubble, que identificó posibles enanas marrones en esta región. Sin embargo, la densa nube de gas y polvo hacía imposible observar los objetos más pequeños. Aquí es donde entra James Webb, con su capacidad de detectar el infrarrojo y atravesar el polvo interestelar.

Como explica Massimo Robberto, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial: “Es un salto cuántico en nuestra capacidad de entender estos objetos”. Webb permitió observar cuerpos hasta 0,5 veces la masa de Júpiter, algo que ningún otro telescopio había logrado.

Comparación de la Nebulosa de la Llama observada por Hubble (izquierda) y James Webb (derecha). Webb revela detalles ocultos tras el polvo interestelar, mostrando objetos jóvenes y enanas marrones. Fuente: NASA

El límite de la formación estelar: enanas marrones y planetas errantes

Las enanas marrones son objetos que no tienen suficiente masa para iniciar la fusión del hidrógeno, como las estrellas, pero son más grandes que los planetas. Durante años, los astrónomos han intentado encontrar su límite inferior de masa.

El nuevo estudio revela que, aunque hay muchas enanas marrones de más de 10 masas de Júpiter, el número disminuye drásticamente al bajar de ese umbral. Como explica De Furio en el paper: “Nuestros resultados identifican el límite teórico de fragmentación turbulenta en torno a 3 masas de Júpiter”.

Este hallazgo es clave porque, según los modelos de formación estelar, las nubes de gas y polvo se fragmentan en estructuras más pequeñas hasta alcanzar un tamaño en el que dejan de enfriarse y colapsar. Los datos de Webb sugieren que este límite podría estar en torno a las 3 masas de Júpiter, lo que significa que los objetos más pequeños solo podrían formarse como planetas expulsados de sistemas estelares.

Observación de la Nebulosa de la Llama con Webb, destacando tres objetos de baja masa (círculos). Las ampliaciones a la derecha muestran su débil brillo en el infrarrojo, evidenciando su naturaleza fría y joven. Fuente: NASA

¿Planetas expulsados o una nueva clase de objetos?

Si estos cuerpos no se formaron como enanas marrones, existe otra posibilidad: podrían ser planetas errantes. Se cree que algunos planetas pueden ser expulsados de sus sistemas por interacciones gravitacionales extremas. Sin embargo, hasta ahora no se ha demostrado cuántos de estos objetos flotan en el espacio interestelar.

De Furio y su equipo creen que los datos de Webb ayudarán a aclarar este punto. “Hay una gran superposición entre lo que podría ser un planeta y lo que podría ser una enana marrona de muy baja masa. Esa es nuestra tarea en los próximos años: averiguar cuál es cuál y por qué”.

Mapa de sensibilidad de JWST en la Nebulosa de la Llama. Las zonas en púrpura indican regiones sin detección por saturación o bajo umbral de 5σ. Fuente: The Astrophysical Journal

El futuro de la investigación con el telescopio James Webb

El equipo ya planea realizar análisis espectroscópicos con el telescopio James Webb para determinar la composición química de estos objetos. Si presentan atmósferas similares a las de Júpiter o Saturno, podrían haber sido planetas expulsados. Pero si sus características se asemejan más a enanas marrones, serían un tipo de objeto intermedio nunca antes caracterizado.

Por otra parte, telescopios como el Observatorio Rubin y el futuro Telescopio Espacial Romano Nancy Grace podrían ampliar esta búsqueda en otras regiones del espacio, confirmando si este patrón se repite en otras nubes de formación estelar.

De confirmarse, este hallazgo representaría una nueva frontera en la astronomía, definiendo cómo y hasta dónde pueden formarse los cuerpos celestes más pequeños del universo.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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