La próxima semana comenzarán las campañas en las tres principales ciudades de Durango: la capital, Gómez Palacio y Lerdo. Ante este escenario, Morena comenzó a definir la estrategia que aplicará en base a una serie de encuestas que muestran, por ahora, un alto nivel de aprobación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien supera el 80% de imagen positiva, pero que no se traduce en un escenario de posible victoria en los municipios más importantes del estado que todavía gobierna el PRI.
A pesar de que Durango es gobernador por el priista Esteban Villegas, la jefa de Estado tiene una aprobación que supera el 80% luego de sus primeros meses de gobierno y en medio del vendaval generado por Donald Trump. El otro número que es analizado con optimismo en el oficialismo es que casi la mitad de la población se siente identificada con los preceptos que propaga Morena. Sin embargo, la 4T enfrenta dos problemas de cara a las elecciones municipales del 1 de junio.
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El primero, el bajo nivel de conocimiento ciudadano del día de la elección. Según pudo saber LPO, el electorado que conoce que el próximo 1 de junio se renovarán las autoridades de los 39 municipios locales no es alto, lo que representa un problema porque el partido guinda, adelantan diversas fuentes, necesitaría de una importante afluencia a las urnas para derrotar a la alianza que integrarán el PRI y el PAN. Algo similar sucede con la elección judicial a nivel nacional, en la cual apenas el 20% conoce que se llevará a cabo también el 1 de junio.
El segundo problema para el oficialismo es más complejo porque las encuestas indican que no hay un traslado fuerte de la imagen positiva de la Presidenta hacia sus candidaturas municipales. El caso más importante es el de la capital, Durango, donde el candidato de la 4T, José Ramón Enríquez, se encamina a unos comicios complejos ya que, por ahora, no tiene asegurada la victoria ante el actual alcalde priista que irá en busca de la reelección, Antonio Ochoa Rodríguez. El escenario es similar en Gómez Palacios y Lerdo, las otras dos ciudades importantes de la región.
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Con este escenario, la 4T alista una fuerte estrategia electoral y territorial para avanzar en un estado que, por ahora, nunca gobernó. Las elecciones de junio servirán como una primera prueba para la nueva dirigencia nacional de Morena y como un primer examen que permita empezar a delinear el camino futuro hacia los comicios estatales de 2028, cuando Morena intente derrotar por primera vez en la historia al PRI local.
Cortesía de La Política Online
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