¿Es cierto que se ha “desextinguido” los lobos terribles, una especie desaparecida hace 10.000 años? 6 claves para entender su historia

La noticia ha dado la vuelta al mundo en cuestión de horas. La empresa estadounidense Colossal Biosciences, la misma que hace unos meses anunció el nacimiento de los primeros ratones con pelo de mamut lanudo, afirmó haber logrado el nacimiento de tres “lobos terribles”, una especie extinta desde hace 10.000 años. Los responsables de esta hazaña argumentaron incluso que se trata del primer animal ‘desextinguido’ de la historia. Es decir, el primero que los humanos hemos devuelto a la vida después de haber desaparecido de la faz de la Tierra. ¿Pero qué tan cierto es esto? ¿Son estos animales realmente ejemplares de lobos gigantes? ¿Y qué se necesita para ‘salvar’ a una especie del abismo de la extinción?

Estas son algunas claves para entender la historia de estos tres lobos gigantes, bautizados como Rómulo, Remo y Khaleesi, que han sido creados mediante técnicas de ingeniería genética y que, según explican sus ‘creadores’, acaban de inaugurar una nueva página en los libros de historia. 

El nacimiento de estos lobos ha sido ideado por un equipo pionero de genetistas de la empresa estadounidense Colossal Bioscence. Esta compañía, fundada en 2021, presume de utilizar técnicas de edición genética avanzadas con el fin último de “desextinguir especies” como, por ejemplo, el mamut lanudo, el tigre de Tasmania, el dodo o el lobo gigante. Entre sus fundadores destaca el genetista George Church, de Harvard, así como el multmillonario Ben Lamm. En los últimos cuatro años se estima que la compañía ha recaudado unos 10.000 millones de dólares con la promesa de “traer de vuelta” especies que ya habían desaparecido de la faz de la Tierra.

La empresa afirma que estos lobos han nacido mediante técnicas de ingeniería genética avanzada. En un comunicado difundido por la compañía se explica que para lograrlo se tomaron fragmentos del genoma de ejemplares de lobos terribles de hace 11.500 y 72.000 años y se mezcló con el de lobos grises que viven en la actualidad. Los embriones generados a partir de este proceso fueron implantados después en perros domésticas. En total, se consiguió el nacimiento de al menos tres ejemplares de “lobo terrible”. Aunque, por ahora, aún no se ha publicado ningún detalle técnico sobre este proceso ni hay ningún estudio científico revisado por pares que avale esta información.

Son muchos los expertos que afirman que, pese al clamor generado por esta noticia, los animales cuya imagen ha dado la vuelta al mundo no son realmente lobos terribles. “Lo que Colossal Biosciences ha producido es un lobo gris con características similares a las de un lobo gigante. No se trata de un lobo gigante ‘desextinguido’, sino de un híbrido“, afirma Nic Rawlence, director del Laboratorio de Paleogenética de Otago, en declaraciones a la plataforma Science Media Centre. En esta misma línea se posiciona Philip Seddon, profesor del departamento de Zoología de la Universidad de Otago, quien también defiende que “esos simpáticos cachorros no son lobos gigantes, sino lobos grises modificados genéticamente“.

Según ha avanzado la revista ‘Time’, ahora mismo Rómulo y Remo rondan los seis meses, miden 1.20 metros de lago y pesan unos 36 kg mientras que su hermana menor, Khalessi, apenas tiene dos meses. Se estima que estos lobos de adultos podrían alcanzar 1.80 metros de largo y un peso de hasta 68 kg. Sus cuidadores afirman que su comportamiento encaja con el de los lobos en estado salvaje. Sobre todo porque, a diferencia de los perros, se muestran muy esquivos y evitan a toda costa acercarse a los humanos.

No está claro que estos tres animales puedan catalogarse como lobos terribles. Pero aún si se hiciera, su especie tampoco podría darse por salvada. Según explican los expertos, los lobos gigantes podrían considerarse como desextinguidos en el momento en que su población pudiera sobrevivir de forma autónoma en el medio salvaje y reproducirse de forma natural sin intervención humana. Para ello haría falta, entre otros, alcanzar poblaciones con al menos un centenar de especies para esquivar el abismo de la endogamia. Por el momento no se cumplen ninguno de estos supuestos así que, pese a lo que digan, técnicamente los lobos terribles siguen extintos.

Los ‘creadores’ de estos lobos afirman que su objetivo es “desextinguir” especies para “restaurar la Tierra a un estado más saludable“. En este sentido, dicen, recuperar animales como los mamuts lanudos o el dodo podría ayudar a “devolver el equilibrio” a ecosistemas maltrechos. “Recuperar estas especies puede desempeñar un papel vital en el mantenimiento del equilibrio y la estructura de sus ecosistemas”, afirman desde Colossal Bioscience. Son muchos los expertos que se han mostrado críticos con esta filosofía. Sobre todo en un momento en que, tal y como constatan innumerables estudios, nuestra especie está empujando a la extinción a al menos un millón de especies distintas. Y que la gran mayoría de los ecosistemas no están amenazados por la intervención de animales sino por la acción humana. 

Cortesía de El Periodico



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