Lo que comenzó como un mundo de cubos y creatividad sin límites, ahora se ha convertido en el fenómeno cinematográfico de 2025. “Una Película de Minecraft”, basada en el popular videojuego, no solo dominó su primer fin de semana en cartelera: en apenas dos semanas ya superó los 550 millones de dólares en taquilla global, convirtiéndose en el estreno más taquillero del año.
Dirigida por Jared Hess (Napoleon Dynamite) y protagonizada por dos gigantes de la pantalla, Jason Momoa y Jack Black, la cinta ha conquistado a millones de espectadores a pesar de las críticas mixtas. ¿El secreto? Una fórmula que mezcla nostalgia gamer, acción familiar y un elenco carismático que sabe reírse de sí mismo.
Con un presupuesto de 150 millones de dólares, el filme ya duplicó las expectativas de sus productores (Warner Bros. y Legendary Entertainment) y dejó atrás a otros estrenos del año, incluyendo adaptaciones ambiciosas como “Warfare” o “The Amateur”. Incluso logró arrebatarle el récord a “La película de Super Mario Bros.” como la adaptación de videojuego más exitosa hasta ahora.
¿Qué dicen las críticas? En Rotten Tomatoes apenas alcanza el 46 %, pero eso no ha sido un obstáculo: en CinemaScore recibió una sólida “B+”, y lo más importante, ha logrado llenar salas y emocionar a una audiencia multigeneracional, desde niños hasta adultos que crecieron picando bloques.
Mientras otros estrenos se quedaron rezagados, como “The King of Kings” —una animación sobre la vida de Jesús que logró un respetable segundo lugar con 19.1 millones de dólares—, Minecraft sigue siendo el rey del box office.
¿Es esta la nueva era del cine gamer? Todo parece indicar que sí. “Una Película de Minecraft” demuestra que las franquicias basadas en videojuegos pueden conectar emocionalmente con el público y lograr un éxito masivo en taquilla… incluso si los protagonistas son de cubo.
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