Lluvia de estrellas abril 2025: cómo y dónde ver hoy las líridas en Barcelona y Catalunya

Las líridas de abril son uno de los espectáculos más bellos que pueden verse en los cielos. La conocida lluvia de meteoros es un fenómeno que se suele dar en esta época, a mediados de abril: del 16 al 25.

Para observadores a nuestras latitudes, 40º norte, el radiante de las líridas se sitúa por encima del horizonte desde una hora después del anochecer y hasta el amanecer.

Pero el máximo de las líridas tendrá lugar también durante el día, en torno a las 15.30 horas (hora peninsular española) del 22 de abril.

Lluvia de Sant Jordi

La observación en las noches anterior y posterior -es decir, incluyendo el día de Sant Jordi, motivo por el que en Catalunya esta lluvia también es conocida como lluvia de Sant Jordi o de San Jorge o Saint George en otros puntos- será más propicia en la primera parte de la noche, ya que el cuarto menguante ocurrirá un día antes -el 21 de abril-, y la luna saldrá en torno a las 5 de la madrugada.

Desde este miércoles día 16 y hasta el 25 de abril, nuestro planeta se acerca a la zona de desechos del G1 Thatcher, un cometa descubierto en 1861 que deja tras de sí un rastro de fragmentos que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, se prende y da el bonito efecto visual de las estrellas fugaces.

Cola de color

Las líridas alcanzan velocidades de hasta 49 kilómetros por segundo durante varios días y este año caerán a un ritmo de 20 estrellas fugaces por hora en los momentos de máxima actividad, aunque ha habido años que han llegado a caer hasta 100 por hora.

Estos meteoros destacan por ser más brillantes que otras lluvias de meteoros porque dejan rastros de gas ionizado que perduran unos segundos después de que el meteorito haya pasado, con una cola momentánea de color.

El radiante de las Líridas. / IGN

La máxima actividad nocturna de la lluvia se espera, pues, para la noche del 21 al 22 de abril. Pero estará más de una semana salpicando el cosmos. Sin embargo, el fulgor de la luna –que entró en fase llena el día 13– impedirá la observación en condiciones óptimas durante toda la noche y será más propicia en la primera parte de la noche, cuando la luna esté más baja.

Puntos elevados

No siempre es fácil vislumbrar los meteoros en el firmamento, en especial cuando lo hacemos en ciudades o lugares con alta contaminación lumínica. Por este motivo, los expertos recomiendan verlos desde puntos elevados o alejados de la ciudad. Zonas rurales, playas o azoteas son buenos sitios para contemplar la lluvia, pues proporcionan cielos más despejados.

Lo mejor para observar las lluvias de meteoros es hacerlo a simple vista, sin prismáticos ni catalejos que limiten el campo de visión. “Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad”, aconsejan desde el Observatorio Astronómico Nacional español.

Los mejores lugares para ver esta alineación en Catalunya serán el Parc Astronòmic del Montsec, situado en Àger (Noguera, Barcelona) y el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en el Pirineo de Lleida. Ambos enclaves son considerados Reserva Starlight, espacios naturales protegidos donde disfrutar del cielo nocturno y la astronomía.

¿Y en Barcelona?

Pero en Barcelona ciudad también hay lugares en los que es posible observar la conjunción de planetas, lugares elevados en los que no hay excesiva contaminación lumínica.

Por ejemplo, el mirador de Torre Baró (Ruidecanyes, s/n), construido en 1989 pero recientemente rehabilitado. También el mirador de Joan Sales, más conocido como mirador del Virolai, (Pau Ferran, 44) y el parque de la Creueta del Coll (Mare de Déu del Coll, 77) que, aunque cierra a las 21 horas, tiene una zona de miradores situada en el nivel superior.

Tibidabo y playas

También cualquier balcón del parque del Tibidabo (plaça Tibidabo, 3-4), situado en la sierra de Collserola, o cualquiera de las decenas de miradores de Collserola, incluyendo el Observatori Fabra, situado en el Tibidabo (Camí de l’Observatori, s/n).

Por último, sentarse en la arena en una de las playas de Barcelona mirando al mar también ofrece la posibilidad de poder contemplar la alineación de planetas.

Cortesía de El Periodico



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