‘Ultimátum a la Tierra’: el mensaje alienígena que alertó al mundo y regresó con una adaptación de Keanu Reeves

Las dos versiones, con casi 60 años de diferencia, se valen de seres de ficción para advertir a los seres humanos de las consecuencias, muy reales, de sus acciones.

Rodado y estrenado en plena Guerra Fría, este clásico constituye una rareza dentro del tono general de la época. Su mensaje pacifista chocaba en unos momentos en que el enfrentamiento entre las dos grandes potencias mundiales estaba en su apogeo, y cualquier desvío del discurso belicista dominante podía ser interpretado como una traición.

Una prueba del ambiente que reinaba entonces es que el actor Sam Jaffe, que interpreta al científico y profesor Jacob Barnhardt, estuvo a punto de no ser contratado, ya que figuraba en las listas negras de la época por sus simpatías izquierdistas.

El temor a los platillos

En “Ultimátum a la Tierra”, un platillo volante se posa en Washington D.C., lo que provoca la consiguiente alarma.

Rápidamente es rodeado por el ejército. De su interior sale un ser, llamado Klaatu, que dice traer un mensaje de buena voluntad para la humanidad, pero es herido de un disparo, lo que provoca la aparición de un robot gigante llamado Gort, que desintegra todas las armas de los soldados. 

'Ultimátum a la Tierra', el mensaje alienígena que alertó al mundo antes del cambio climático y regresó con una adaptación con Keanu Reeves
Ultimátum a la Tierra: la versión de 2008 cambió el discurso nuclear por uno ambiental: el mensaje sigue vigente. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Propensión a la violencia

Tras recuperarse, Klaatu escapa, convive con una familia, hace amistad con Bobby, el hijo de esta, con el que visita los monumentos de Washington, trata con el profesor Barnhardt, uno de los principales científicos del país, y, como una prueba de su poder, usa su mente para cortar toda la electricidad en el planeta durante media hora.

Después de esto, es perseguido como una amenaza y asesinado por los disparos del ejército. Gort lo revive el tiempo suficiente para que advierta a los científicos reunidos frente a su nave de que la Tierra es considerada por otros planetas como una amenaza creciente, dada su propensión a la violencia y al desarrollo de armas nucleares.

Si no cambian su política, el planeta será destruido: “Uníos a nosotros y vivid en paz, o seguid como hasta ahora y enfrentaos a la aniquilación”. Tras dejar su mensaje, Klaatu vuelve a su nave y desaparece.

 el mensaje alienígena que alertó al mundo antes del cambio climático y regresó con una adaptación con Keanu Reeves
Ultimátum a la Tierra: Klaatu desciende en Washington: una escena icónica del cine de ciencia ficción clásico. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Un planeta sin guerras

La película  no hace ningún esfuerzo por esconder sus intenciones, sino todo lo contrario: durante el paseo que Klaatu da con Bobby, este le muestra el cementerio de Arlington, con las tumbas de los soldados caídos en combate, el monumento de Lincoln y el texto del Discurso de Gettysburg; ante los primeros, este comenta que en su planeta no hay guerras y expresa su admiración por las palabras de Lincoln: “Es la clase de hombre con el que me gustaría hablar”.

La gran contradicción de la cinta es el método que los alienígenas han elegido para vivir en paz: han dado todo el poder a los robots, como Gort, y cualquiera que amenace la armonía general se enfrenta a un castigo.

Esto es “demasiado terrible para arriesgarse”. Que la única vía de eliminar la violencia y los enfrentamientos sea entregarse a unos autómatas todopoderosos parece un mensaje, cuando menos, pesimista y, para algunos analistas de la cinta, directamente dictatorial.

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Ultimátum a la Tierra: un alienígena entre nosotros, cuando la ciencia ficción nos obliga a mirarnos al espejo. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Una versión más reciente

En 2008 se filmó una nueva versión, dirigida por Scott Derrickson y protagonizada por Keanu Reeves.

Con un tono menos discursivo, aprovecha los avances de los efectos digitales para aumentar su espectacularidad y abandonar conceptos anticuados: la nave de Klaatu ya no es un platillo volante, sino una esfera, mientras que Gort es mucho más grande y posee poderes más variados.

La amenaza en este caso no es la guerra nuclear, sino el cambio climático, y Klaatu advierte de que los seres humanos serán exterminados si siguen destruyendo la capacidad de la Tierra para albergar vida. Mejor de lo que muchos críticos dijeron en su día, no consiguió hacerse notar lo suficiente como para desbancar a su predecesora.

Cortesía de Muy Interesante



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