Las mascotas son nuestros compañeros más leales. Están ahí cuando los necesitamos y siempre nos reciben con alegría. No piden mucho a cambio: solo ir al baño, jugar de vez en cuando, comida y, sobre todo, nuestro amor incondicional, o pollito. Lo que suceda primero. Por eso debemos cuidarlos y darles lo mejor de nosotros, en todo sentido.
Entre ese darles lo mejor, se encuentra el aspecto de proporcionarles una buena alimentación. Por supuesto que no todos podemos darles el alimento más caro del mercado, pero, en la medida de lo posible, debemos brindarles el mejor que esté dentro de nuestras posibilidades. Para lograr esto, lo primero que debes hacer es aprender a leer las etiquetas de las croquetas, especialmente los ingredientes.
Cómo leer las etiqueta de las croquetas
Cuando vamos a una tienda de mascotas o estamos en el súper para comprar el costal de las croquetas, nos encontramos con cientos de opciones y entre esas, vienen grandes promesas de alimentación como cantidad de proteínas, sabores, el tipo de proteínas y si es para perros senior, cachorros o simplemente para adultos.
No te preocupes, vamos por partes. Lo primero, de acuerdo con Association of Animal Feed Control Officials (AAFCO) es la lista de ingredientes. Los propietarios deben saber que el orden de los ingredientes debe enumerarse en forma decreciente, es decir, del que más contiene al que menos, así como especificar el tipo de ingrediente. Por ejemplo: “Menudencias de pollo” o “Salvado de arroz”. En este caso, lo ideal es que el ingrediente principal sea la proteína como tal y no derivados de la misma. Es importante mencionar que algunos especialistas recomiendan evitar ingredientes como BHA (hidroxianisol butilado), harina blanca, colorantes artificiales, jarabe de maíz y nitratos.
Otro tema relevante es el análisis garantizado, que es el cuadro que desglosa los niveles de nutrientes específicos clave, como proteína cruda, grasa, fibra y contenido de humedad, para garantizar que el alimento para mascotas cumpla con los requisitos nutricionales. Esto es esencial porque las cantidades deben estar acorde al tipo de perro, y no es lo mismo el alimento seco que el húmedo.
En este análisis, vemos datos como: la grasa y aceites. También está el contenido mineral, que se declara como ceniza, es decir, el residuo inorgánico y la cantidad de minerales en los alimentos como calcio, hierro, cobre, fósforo, zinc, etc. También está la humedad, que es el contenido de agua que tiene el alimento y depende de su porcentaje, aquí es importante decir que se clasifica como alimento seco, semihúmedo y húmedo.
Asimismo, podemos encontrar la fibra dietética, el contenido de proteína, que se evalúa analizando el nitrógeno presente en el alimento, y los carbohidratos (principalmente almidón). Aunque en este caso es común que los carbohidratos no aparezcan en la etiqueta, algunas presentaciones los declaran como ELN (extracto libre de nitrógeno) por cada 100 gramos.
Otro dato relevante de la etiqueta es la ingesta calórica del perro, que es esencial para controlar su peso y asegurarse de que obtenga suficiente energía durante el día a través de sus comidas. Las declaraciones de calorías indican cuánta energía proporciona el alimento y, por lo general, se expresan en kilocalorías por kilogramo, por taza o por gramos.

También están las pautas de alimentación, es decir, las instrucciones para determinar cuánta comida darle a tu perro. Estas son sugerencias generales basadas en perros con niveles promedio de actividad, peso y etapa de vida. Sin embargo, siempre puedes consultar con un veterinario para saber exactamente cuánto debe comer tu perro en función de sus necesidades individuales.
En mi caso, debo elegir croquetas cuyo primer ingrediente sea una proteína y cuyos siguientes ingredientes sean derivados de calidad, como cordero, harina de cordero, arroz integral, arroz blanco molido, salvado de arroz, productos de huevo, entre otros. En el caso de las proteínas, y teniendo en cuenta que tengo perros seniors, el mínimo indispensable es del 23%. Además, no debemos olvidar evitar colorantes en las croquetas; es decir, que sean de un solo color y no tengan distintas tonalidades.
Cortesía de Xataka
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