Acompañado por cardenales y entre aplausos: así fue el traslado del féretro de Francisco a San Pedro

Desde Roma

El féretro del Papa Francisco llegó en la mañana del miércoles, exactamente a las 9.36 hora italiana, a la Basílica de San Pedro desde la capilla de la Casa Santa Marta, el lugar donde vivía el Papa argentino dentro del Vaticano y donde fue puesto el cajón originariamente. Estaba previsto este traslado para que en San Pedro los fieles puedan dar el último saludo al Papa. Hasta el sábado, día en que se hará el funeral, los fieles podrán visitar a Francisco y darle su último saludo. Poco después del funeral el féretro será llevado a la basílica de Santa María Mayor de Roma donde será enterrado.

Unos 14 sacerdotes llamados penitenciarios (porque están autorizados a confesar a fieles en casos de urgencia) con una estola roja y una candela esperaban afuera de la capilla la salida del féretro y lo acompañaron rodeando el cajón durante la procesión que lo llevó a San Pedro. Junto a ellos varios guardias suizos, la policía local del Vaticano, con sus vestimentas tradicionales inspiradas en los frescos del artista Rafael Sanzio del 1500, con rayas rojas, amarillas y azules y un caso metálico con plumas rojas.

Los cardenales estuvieron acompañando al féretro en la capilla hasta que a las 9.08, empezó la procesión para el traslado y empezaron a sonar las campanas del Vaticano. En primera fila de la capilla se vio al secretario de estado vaticano, Pietro Parolin, y al cardenal filipino Luis Antonio Tagle. Ambos con una expresión de angustia. En otras filas se vio el cardenal estadounidense Leo Burke, uno de los principales opositores de Francisco, serio pero nada angustiado.

Francisco fue colocado, según su proprio deseo, en un cajón de madera, muy simple, sin decoraciones de ningún tipo, solo cubierto internamente con una tela roja. El Papa fue vestido con un manto papal rojo y una mitra blanca. Tiene además un rosario entre las manos.

El cardenal irlandés Kevin Farrell y actual camarlengo (encargado del Vaticano durante la “sede vacante”, es decir cuando no hay un Papa), inició la ceremonia del traslado del féretro bendiciendo el cuerpo de Francisco en la capilla de Santa Marta.

La procesión con el féretro hacia San Pedro la encabezaron decenas de sacerdotes, seguidos de obispos y los cardenales que marcharon lentamente para salir de la capilla y entrar a la plaza de San Pedro a través de la puerta de las Campanas. Hicieron un recorrido entre los fieles presentes en la plaza para luego entrar a la basílica por la puerta central decorada con cortinas rojas y una cruz con Jesucrito en la parte superior. Al final de la procesión iban laicos, monjas frailes, personal del Vaticano.

El féretro fue llevado todo el tiempo por unos 14 empleados del Vaticano en sus hombros. Y muchos de ellos se veía que hacían grandes esfuerzos para soportar el peso del féretro.

Estallaron los aplausos cuando el cajón iba pasando entre los fieles y cientos de manos en alto con teléfonos celulares trataban de fotografiar o filmar la escena.

Las banderas del Vaticano están a media asta y también las de Italia, según lo decidido por el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni que declaró cinco días de duelo nacional por la muerte del Papa.

La basílica estaba ocupada solo por miembros de la Iglesia en ese momento. No había fieles.

El féretro fue colocado ante el maravilloso altar central de la basílica (llamado altar de la confesión) a las 9.36 de este mañana. En la primera fila de los laicos se vio a la teóloga argentina Emilce Cuda, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina.

Y poco después se vio acercarse el féretro de Francisco a la hermana Genevieve Jeanningros, sobrina de la monja francesa Leonie Duquet que junto a otra monja, Alice Dumon, fueron secuestradas y desaparecidas por la dictadura argentina en 1977 por ayudar a las Madres de Plaza de Mayo. La hermana Genevive, que desde hace algunos años vive y trabaja en Ostia, cerca de Roma, se ha empeñado muchísimo en los juicios que se hicieron contra los dictadores latinoamericanos del Plan Cóndor en Italia. Ella fue uno de los testigos.

La basílica estará abierta hasta las 24 de hoy miércoles para la visita de los fieles. Y lo estará también jueves y viernes, desde las 7 de la mañana hasta las 24. El sábado no se permitirá el acceso porque se hará el funeral en la plaza y las medidas de seguridad han sido multiplicadas dado se prevé la llegada de muchos mandatarios del mundo, entre ellos el presidente estadounidense Donald Trump. Unas 200.000 personas, según la prefectura italiana, está previsto que asistan al funeral.

Cortesía de Página 12



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