Lo hemos oído un centenar de veces: los pueblos inuit utilizan muchas palabras distintas para los términos “nieve” y “blanco”. Sin embargo, durante décadas, esta afirmación ha estado sujeta a controversias, encendidas críticas y malinterpretaciones. Acusada de ser fruto de una visión exótica de las culturas tradicionales unas veces, desmentida su veracidad otras, esta creencia ha oscilado entre el mito y la verdad parcial. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por un equipo interdisciplinario encabezado por Temuulen Khishigsuren, de la Universidad de Melbourne, ha aportado un enfoque riguroso que permite evaluar estas afirmaciones a escala global. Gracias al análisis de más de 1500 diccionarios bilingües, el estudio ha confirmado que ciertas lenguas, en efecto, presentan una notable “elaboración léxica” en torno a conceptos como la nieve. Así, esta nueva investigación revela cómo los patrones lingüísticos se sustenta sobre los contextos ecológicos y culturales.
¿Qué es la “elaboración léxica”?
En lingüística, la elaboración léxica se refiere al número de términos diferentes que una lengua utiliza para referirse a un mismo concepto. No se aplica únicamente a los sinónimos, sino también a las palabras que distinguen matices, funciones, partes o asociaciones culturales del objeto o fenómeno en cuestión. Por ejemplo, los términos pueden aludir a tipos específicos de nieve, herramientas relacionadas con ella o incluso a formas de interacción con este fenómeno.
El nuevo estudio propone una definición operativa de elaboración léxica basada en la frecuencia relativa de términos en diccionarios bilingües. Para ello, utiliza como elemento clave la cantidad de veces que la palabra inglesa snow aparece en definiciones o ejemplos traducidos a otras lenguas.

El proyecto BILA: diccionarios como fuente de datos lingüísticos
Para abordar este fenómeno de forma sistemática, los investigadores desarrollaron la base de datos BILA (Bilingual Lexicon Assembly), un conjunto de datos compuesto por 1.574 diccionarios bilingües que cubren 616 lenguas diferentes. Esta base permite comparar la frecuencia de términos relacionados con miles de conceptos, desde elementos naturales como “nieve” o “viento” hasta nociones culturales como “danza”.
BILA combina los datos presentes en el repositorio HathiTrust Digital Library con diccionarios de otras plataformas como Dictionaria o Webonary. Aunque las limitaciones del corpus —sobre todo en lo que respecta a la cobertura completa de los diccionarios— obligan a mantener cierta cautela, el conjunto representa el intento más riguroso, hasta ahora, de cuantificar empíricamente la elaboración léxica a escala global.No obstante, los autores advierten sobre ciertas limitaciones del enfoque: la ausencia del texto completo de muchos diccionarios, la posible influencia del inglés como lengua pivote o los sesgos introducidos por los propios lexicógrafos.

¿Cuál es la lengua con más palabras para referirse a la nieve?
La respuesta, respaldada por el modelo estadístico desarrollado en el estudio, es clara: el idioma con mayor elaboración léxica para el concepto de nieve es el inuktitut oriental canadiense. Esta lengua inuit lidera el ranking de entre más de 600 idiomas analizados, con numerosos términos documentados en los diccionarios empleados.
Entre las palabras registradas en Inuktitut, se encuentran aput “nieve esparcida”, auverk “bloque de nieve para la construcción”, panar “cuchillo para nieve”, kadgitak “trampa para ciervos hecha de nieve”, mauyasiorpok “viajar sobre nieve blanda” y kikalukpok “caminar ruidosamente sobre nieve dura”. Estas palabras no solo denotan distintos tipos de nieve, sino también herramientas y acciones asociadas culturalmente con su presencia.
¿Un mito confirmado?
Durante años, la idea de los “cien términos inuit para nieve” fue blanco de críticas por parte de antropólogos y lingüistas, quienes la calificaron como una exageración o una mala interpretación de las fuentes. El artículo de Geoffrey Pullum “The Great Eskimo Vocabulary Hoax” sintetizó este escepticismo.
Este nuevo análisis publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences ofrece una visión diferente. Aunque las versiones populares simplificaron en exceso el fenómeno, los datos empíricos respaldan la existencia de una alta elaboración léxica en lenguas inuit para el concepto de nieve. No se trata de una fantasía infundada, sino de una realidad lingüística que refleja la relevancia ecológica y cultural del fenómeno en estos pueblos.

Lenguas inesperadas en el podio
El estudio también identificó otras lenguas con una rica terminología relacionada con la nieve. Junto al inuktitut, destacan el lakota, el navajo, el plains cree y el Dakota, todas lenguas indígenas de América del Norte. Otra sorpresa proporcionada por el estudio fue el caso del escocés, que incluye términos como doon-lay “una fuerte caída de nieve”, feughter “una leve nevada repentina” y fuddum “nieve que sopla intermitentemente”.
La conexión con el entorno natural
Una de las hipótesis centrales del estudio sostiene que el entorno ecológico influye de forma significativa en la elaboración léxica. En efecto, las lenguas con más términos para nieve tienden a hablarse en regiones frías. Un análisis estadístico demostró una correlación negativa significativa entre la temperatura media anual y el número de términos para nieve e hielo.
En otras palabras, cuanto más frío el clima, mayor la probabilidad de que la lengua local cuente con un vocabulario especializado para referirse a la nieve. Esta conclusión se apoya en la comparación de miles de términos y en modelos de regresión logística que controlan otras variables, como el tamaño de población o las formas de susbistencia.

Una nueva forma de estudiar el lenguaje
Este estudio no solo proporciona evidencia sólida en torno a un tema largamente debatido, sino que abre nuevas puertas para el estudio sistemático del vocabulario en distintas lenguas del mundo. Esta aproximación computacional permite explorar miles de conceptos de manera simultánea y comparar patrones lingüísticos con variables climáticas y culturales. En el caso específico de la nieve, el análisis de BILA no desmiente el mito, sino que lo transforma en un hecho verificable con métodos científicos.
Referencias
- Khishigsuren, T., T. Regier, E. Vylomova y C. Kemp. 2025. “A computational analysis of lexical elaboration across languages”. Proceedings of the National Academy of Sciences, 122.15, e2417304122. DOI: 10.1073/pnas.2417304122
- Pullum, Geoffrey K. 1989, “The Great Eskimo Vocabulary Hoax”. Natural Language & Linguistic Theory, 7.2: 275–281. URL: http://www.jstor.org/stable/4047733
Cortesía de Muy Interesante
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