¿Qué ocurre en tu cerebro cuando tu mente se queda en blanco?

¿Alguna vez de repente tu mente se queda completamente en blanco y, al menos durante unos segundos, sientes que tu cerebro se ha desconectado por completo? No se trata de un momento de distracción o de desconcentración sino de una especie de paréntesis, una pausa inesperada, en el flujo de pensamientos que guían nuestro día a día. Algo que, visto desde fuera, puede hacer que nos veamos absortos y con la mirada perdida en la nada. ¿Pero por qué ocurre esto? Y sobre todo, ¿qué está ocurriendo en nuestra materia gris, en nuestro circuito cerebral, cuando sentimos que nos hemos quedado en blanco? Esta cuestión, conocida técnicamente como ‘mind blanking’, ha intrigado durante décadas a la comunidad científica y ahora, tras mucho debate, un equipo internacional de investigadores podría haber dado con una respuesta.  

Pero antes de entrar en el meollo de la cuestión y ahondar en los descubrimientos científicos sobre este intrigante fenómeno, vale la pena dar un paso atrás para entender realmente de qué estamos hablando. Según recogen varios trabajos, el hecho de “quedarse con la mente en blanco” ocurre entre un 5% y un 20% del tiempo en personas sanas. Es especialmente común al final de tareas que requieren concentración sostenida, después de episodios de poco descanso o tras esfuerzos físicos intensos. Son varios los estudios que, además, indican que este paréntesis cerebral es muy frecuente en personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o con trastorno de ansiedad generalizada. También se ha documentado un aumento de este fenómeno en personas que han sufrido ictus, lesiones cerebrales o episodios epilépticos.

Este fenómeno es especialmente común al final de tareas que requieren concentración sostenida, después de episodios de poco descanso o tras esfuerzos físicos intensos

Desde la neurociencia se ha descubierto que durante estos episodios nuestro flujo de pensamiento, que en circunstancias normales fluye como un río, se detiene casi por completo. De ahí la sensación de estar durante unos instantes sin pensamientos claros, sin atención, sin lenguaje interno, sin recuerdos, sin nada. ¿Pero por qué ocurre este fenómeno y, sobre todo, qué pasa dentro de nuestro cerebro para llegar a este estado? Un equipo internacional de científicos ha analizado más de 80 estudios en los que se indaga sobre esta cuestión y, tras analizar los resultados, ha publicado una de las recopilaciones más exhaustivas hasta la fecha para entender este fenómeno. Los resultados, publicado este jueves en la revista ‘Cell Press’, cuestionan muchas de las ideas preconcebidas que hasta ahora teníamos sobre la consciencia humana.

Actividad cerebral pausada

La principal herramienta para estudiar este fenómeno ha sido el análisis de los registros de actividad cerebral obtenidos mediante resonancia magnética funcional y electroencefalografía. En los experimentos donde se pedía a los participantes “vaciar la mente” y, a partir de ahí, se analizaba qué ocurría en su cerebro. Según constatan los expertos, en estos episodios se ha observado que el cerebro reduce su complejidad de señales, como si se apagara parcialmente. Por ejemplo, a partir de las resonancias, se ha constatado la “desactivación” temporal de regiones clave como el hipocampo o la corteza motora. También se han detectado otros signos fisiológicos como la contracción de pupilas, la disminución del ritmo cardíaco y la aparición de ondas lentas similares a las del sueño.

Los expertos sugieren que podríamos estar ante pequeños “episodios locales de sueño” en los que el cerebro se apaga durante unos instantes 

Los expertos afirman que este fenómeno podría definirse como pequeños “episodio locales de sueño” en el que algunas regiones cerebrales entran en un estado de descanso momentáneo mientras el resto del organismo permanece despierto. Pero más allá de esto, los especialistas afirman que existe una gran variabilidad entre la experiencia individual de cada persona y, por lo tanto, no existe un patrón único de actividad cerebral asociada a este fenómeno. En este sentido, una de las grandes conclusiones que lanza el análisis publicado este jueves es que quizás debamos dejar de pensar que “la mente en blanco” es una anomalía de nuestro cerebro o un cortocircuito de su funcionamiento y empezar a ver este fenómeno como una parte fundamental de nuestra consciencia.

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Cortesía de El Periodico



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