La luna, el satélite natural de la Tierra, es un astro que orbita alrededor de ella y refleja la luz del sol. Tiene distintas fases, que influyen en las mareas y en los ciclos naturales de las personas, marcadas por sus cuatro fases más importantes: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante, que corresponden a los instantes precisos en que las direcciones Tierra-luna y Tierra-sol forman un ángulo de 0°, 90°, 180° y 270° respectivamente.
El pasado día 21, la luna entró en fase de cuarto menguante, y ahora transita hacia la luna nueva -también llamada novilunio o interlunio-, que es una fase lunar que se da cuando la luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta porque no refleja la luz solar.
Un espectáculo triangular en el cielo
Este viernes, una media hora antes del amanecer, una fina luna menguante aparecerá acompañada de dos planetas resplandecientes, configurando una figura en el cielo que no pocos asociarán a una especie de rostro sonriente, aunque no exactamente simétrico ni completo.
No obstante, esta visión dista de ser idéntica a una imagen viral que ha circulado recientemente en redes sociales. Hay dos aspectos clave que marcan la diferencia. En primer lugar, los astros que representan los ‘ojos’ de esa sonrisa celeste brillan con intensidades muy dispares. Y en segundo lugar, la ‘cara’ no estará de frente, sino inclinada, según señala el portal especializado ‘EarthSky’.
Un espectáculo triangular en el cielo
Poco antes del amanecer del 25 de abril, se podrá observar una delgada luna en fase menguante formando un triángulo con Venus -luminoso y dominante- y un Saturno que, aunque mucho más apagado, completará la figura.
Quienes dirijan la vista hacia el horizonte aproximadamente media hora antes del amanecer podrán distinguir claramente la luna, ya próxima a su fase nueva, con solo un 8% de su superficie iluminada.
Además del característico brillo delgado en forma de curva, será posible notar una sutil luz cenicienta iluminando la parte oscura del satélite: es el reflejo de la luz terrestre, que suaviza el contraste y rompe con la ilusión de una simple sonrisa suspendida en la oscuridad.
Poco antes de que la luna haga su aparición, un punto intensamente brillante destacará en el firmamento. Se trata de Venus, el planeta más brillante desde nuestro punto de vista, gracias a su proximidad a la Tierra y su atmósfera altamente reflectante.
Dos planetas más, ocultos por la luz
Saturno, aunque más discreto, se dejará ver un poco más tarde, antes de que la claridad del día lo opaque por completo. Así, completará junto con Venus y la luna el peculiar triángulo celeste.
Aunque otros dos planetas estarán presentes en esta alineación astronómica, será prácticamente imposible verlos a simple vista. Mercurio seguirá a la Luna desde una posición baja en el horizonte, mientras que Neptuno se ubicará entre Saturno y la luna, ambos opacados por la inminente luz del amanecer.
Cortesía de El Periodico
Dejanos un comentario: