Laboratorio en movimiento: descifrando el lenguaje del movimiento humano

Caminar es algo que hacemos sin pensarlo. Nos levantamos, damos un paso, otro… y sin darnos cuenta, ya estamos en marcha. Pero detrás de este acto tan natural se esconde una maquinaria compleja donde músculos, huesos y nervios trabajan en perfecta coordinación. ¿Qué sucede cuando esta armonía se rompe? Para entender mejor cómo nos movemos, la ciencia ha desarrollado herramientas que permiten analizar cada paso con una precisión milimétrica. Así es como ha nacido el laboratorio de análisis del movimiento, una tecnología que está revolucionando la forma en que médicos e investigadores estudian la biomecánica humana.

Más allá de la simple observación

Durante años, el análisis de la marcha se basó en la observación visual o en grabaciones de video. Aunque útiles, estos métodos eran poco precisos y dependían de la experiencia del especialista. Hoy en día, gracias a la combinación de cámaras infrarrojas, sensores inalámbricos y plataformas de fuerza, es posible medir con total exactitud cómo se mueve una persona. No solo podemos ver el recorrido de cada articulación, sino también cómo se distribuye el peso en los pies o qué músculos se activan en cada fase del paso.

Esta tecnología permite responder preguntas importantes: ¿por qué una persona camina con dificultad tras una lesión? ¿Cómo evoluciona su recuperación con el proceso de rehabilitación? ¿Qué ajustes necesita una prótesis para mejorar el equilibrio, la marcha y su funcionalidad? Con estos datos objetivo y su análisis, los especialistas pueden diseñar tratamientos más personalizados y efectivos.

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Cada pisada puede medirse al milímetro gracias a sensores avanzados sincronizados en tiempo real. Créditos: Ángel Muñoz Poley – Fotógrafo del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

Un laboratorio integral e interconectado para medir el movimiento

El avance más importante de estos sistemas es que ahora pueden integrarse en un solo equipo compacto y fácil de usar. Con un conjunto de herramientas de última generación, estos laboratorios son capaces de registrar la biomecánica del movimiento con una precisión impensable hace unos años. Entre sus componentes destacan:

  • Cámaras infrarrojas: rastrean marcadores colocados en puntos clave del cuerpo para registrar cada pequeño cambio en la postura y el desplazamiento.
  • Plataformas de fuerza: detectan cómo se distribuye el peso en cada pisada, permitiendo identificar asimetrías o problemas en la marcha.
  • Sensores de electromiografía (EMG) inalámbricos: capturan la actividad eléctrica de los músculos, revelando qué tan eficiente es su activación durante el movimiento.
  • Procesamiento en tiempo real: los datos se sincronizan en pantallas de alta resolución, lo que permite analizar el movimiento al instante.

Gracias a estos avances, se pueden estudiar con total detalle los patrones de la marcha y compararlos antes y después de un tratamiento. Así, los médicos pueden seguir la evolución de un paciente con total precisión.

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Con inteligencia artificial y sensores portátiles, el futuro del análisis del movimiento será accesible y preventivo. Créditos: Ángel Muñoz Poley – Fotógrafo del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

Del hospital al deporte: aplicaciones en la vida real

El análisis del movimiento no es solo una curiosidad científica. Su impacto en la medicina es enorme. En hospitales y centros de rehabilitación, esta tecnología se utiliza para diagnosticar la repercusión en el movimiento y tratar enfermedades neuromusculares como la parálisis cerebral o la esclerosis múltiple. También es clave en cirugías ortopédicas y neuroquirúrgicas, permitiendo evaluar la movilidad antes y después de una intervención.

En el ámbito de las prótesis y órtesis, estos estudios ayudan a diseñar dispositivos o a seleccionar los elementos de las prótesis que se adapten mejor a cada paciente, optimizando su movilidad y calidad de vida.

Pero el potencial de esta tecnología va aún más allá. En el deporte, se usa para analizar la biomecánica de los atletas y mejorar su rendimiento, reduciendo el riesgo de lesiones. Un pequeño ajuste en la pisada o en la postura puede marcar la diferencia entre una carrera eficiente y una lesión a largo plazo.

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En medicina deportiva, la biomecánica ayuda a prevenir lesiones y optimizar el rendimiento de los atletas. Créditos: Ángel Muñoz Poley – Fotógrafo del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

El futuro del análisis del movimiento

Hasta hace poco, este tipo de estudios solo podían realizarse en laboratorios altamente especializados. Pero la tecnología avanza rápido. Con la llegada de la inteligencia artificial y la miniaturización de sensores, es posible que en unos años no necesitemos acudir a un centro médico para saber cómo estamos caminando.

¿Te imaginas un sistema que te avise si estás adoptando una mala postura antes de que desarrolles una lesión? ¿O un dispositivo que monitorice el estado de un paciente con problemas de movilidad sin que tenga que salir de casa?

El análisis del movimiento humano ha dado un salto de gigante. Cada paso que damos lleva consigo una historia, y ahora, por primera vez, podemos leerla con total claridad. Porque en la ciencia del movimiento, cada detalle cuenta.

Revisión a cargo de Patricia Ferrand Ferri, médico especialista de área de Medicina Física y Rehabilitación, coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Infantil del HU Virgen del Rocío y especialista en el uso del Laboratorio de Análisis del Movimiento. Y por José Antonio Expósito Tirado, Director del Plan Integral de Atención a la Accidentabilidad de Andalucía, Director de la UGC Medicina Física y Rehabilitación Intercentros de Sevilla, Jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación HU Virgen del Rocío.

Cortesía de Muy Interesante



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