Lynk & Co ya no es un secreto reservado para Europa. La marca fundada en Gotemburgo, Suecia, en 2016 y respaldada por el fabricante chino Zeekr Group, que a su ves es parte del gigante Geely, aterrizó oficialmente en México. Su debut ocurrió durante el SpeedFest TCR, un evento que le sirvió como escaparate para mostrar su mezcla de diseño escandinavo, tecnología híbrida y una visión de movilidad deportiva.
La nueva marca de autos tiene planes ambiciosos: más de 15 espacios abiertos al público para 2025 en México. No serán agencias convencionales, sino centros de experiencia conocidos como Zeekr Space y Zeekr House, donde los modelos de Lynk & Co tendrán protagonismo. La marca entra al mercado con tres SUVs híbridas que destacan por su potencia, autonomía y diseño premium. Pero lo más disruptivo no está en su ficha técnica, sino en su modelo de negocio: los autos podrán adquirirse bajo suscripción mensual, gestionarse desde una app y hasta compartirse con otros usuarios.
Los tres modelos con los que Lynk & Co arrancará operaciones en México son la 01, 08 y 09. El primero es un híbrido enchufable de 261 caballos de fuerza, con autonomía combinada de hasta 1,100 kilómetros. El segundo, el 08, eleva la apuesta con 375 caballos de fuerza y 1,200 kilómetros de rango, gracias a un sistema PHEV más sofisticado y detalles como sonido Harman Kardon. El tercero, el 09, es una SUV mediana con sistema híbrido ligero (MHEV), tracción integral, 254 caballos de fuerza y espacio para siete pasajeros. Su autonomía alcanza los 830 kilómetros.
Interior Lynk & Co 09 en México.
Todos los modelos comparten un mismo principio: lujo accesible, interiores sustentables y conectividad total. Además, la marca ofrece cinco años o 120,000 kilómetros de garantía general, y ocho años u 160,000 kilómetros para la batería. También se incluyen tres años de asistencia vial, ampliables a cinco si el mantenimiento se realiza en talleres autorizados. Sin duda, una oferta sólida para un mercado que empieza a buscar vehículos híbridos por necesidad, pero también por conveniencia.
La llegada de Lynk & Co a México no ocurre en un vacío. El consumidor mexicano ha cambiado. Ya no solo se fija en potencia o estética: ahora busca eficiencia, tecnología y una experiencia digital completa. En ese sentido, la marca encuentra terreno fértil en un país que poco a poco mejora su infraestructura de carga y comienza a romper con viejos hábitos de movilidad. El país también se convertirá en un puente estratégico hacia Latinoamérica, en un momento donde la electrificación no es solo una tendencia, sino una aparente necesidad.

Link & Co 09 en México.
Parece que más allá de vender autos, Lynk & Co quiere formar comunidad. El vehículo ya no es solo un medio de transporte, sino una plataforma conectada con los valores del usuario. Su llegada plantea una pregunta que incomoda a las marcas tradicionales: ¿y si el futuro no es tener un auto, sino usarlo cuando lo necesitas? La firma aún no revela sus precios para México ni más detalles sobre furutos modelos o formas de acceder a su universo de productos.
Cortesía de Xataka
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