Winona Riders, en poco más de un lustro, logró saltar del circuito más pequeño y under al mundo de los festivales multitudinarios, las salas, teatros y estadios llenos.
Todo un logro para una banda independiente que tomó forma en una sala de ensayos en el barrio de Morón en 2018 y comenzó a sobresalir en la escena del under porteño apenas terminó el confinamiento de la época de la pandemia, tras ensayar y tocar clandestinamente, perfeccionando un sonido original, arriesgado y poco convencional, decididamente alternativo a las tendencias actuales.
El grupo siempre tuvo la filosofía de poner en práctica sus propias reglas y seguir su intuición, tanto en la música como en la producción independiente. Y no les fue nada mal: hoy tienen cuatro discos y son capaces de convocar a un estadio Obras para este viernes 9 de mayo, tras haber sobresalido en Lollapalooza, Primavera Sound, Music Wins y Bandera, además de llenar varias veces Niceto, el teatro Flores, Kónex y Vórterix.
Con esta apuesta, los Winona sientan precedente y demuestran que el rock independiente aún puede conquistar escenarios importantes sin renunciar a su esencia, que quizás se resume en los nombres que aparecen en la parte de atrás de una de las remeras de rock de mayores ventas en los últimos años: “Stooges? Velvet? Spacemen?”. Adelante aparece el nombre del grupo y su cara/logo: nada menos que una silueta de la cara de la actriz Winona Ryder.
Rumbo al estadio propio
Winona Riders está formado por Ariel Mirabal Nigrelli (voz y guitarra), Ricardo Morales (voz y guitarra), Francisco Cirillo (batería), Gabriel Torres Carabajal (percusión) y Santiago Vidiri (bajo).
Juntos, son capaces de atravesar el rock de garage, la neo-psicodelia y el noise rock, generando trances sonoros y emociones viscerales con una base potente, voces distorsionadas y guitarras incisivas.

Un par de semanas atrás, tras realizar un Inventario de merchandising antes de partir para una seguidilla de shows en Rosario Córdoba y Santa Fe, el grupo charló con Clarín y reveló la manera de encarar este nuevo desafío que decidieron en enero.
“En estos shows de gira -cuenta Ariel- vamos a probar la modalidad de la lista de Obras, que está ordenada por bloques”.
-¿Cómo surgió tocar ahí en vez de hacer -por ejemplo- cuatro Vórterix?
Ariel: -Medio que la idea estaba rondando como un fantasma por ahí. Es difícil, pero igual quisimos dar el paso porque te genera sensaciones como el miedo a lo nuevo. Pero ésa es la gracia: dar el salto, si sale bien o si sale mal.
Santiago: -Nos importa si seguir arriesgando un poco y obligando a la banda a seguir expandiendo horizontes. Está bueno no ir siempre sobre seguro.
Ariel: -También está bueno para que la gente vea que la banda se la está jugando.

-¿Vieron muchos shows en Obras antes que cerrara por mucho tiempo?
Santiago: -Yo por lo menos no llegué a disfrutarlo tanto. Fui una sola vez y vi a Franz Ferdinand.
Gabriel: -Yo vi en 2017 a Massacre y después no hubo más recitales. Recién volví el mes pasado para ver a Garbage
Ariel: -De todas formas, también crecimos sabiendo de todas las bandas que tocaron ahí, así que entrás un poco sabiendo eso y se siente raro.
Como ven un poco la escena. Ahora, digamos, comparado con los comienzos que ustedes arrancaron prepandemia y bueno, después siguió como lo que ahora se ve como una explosión de una generación nueva, aunque musicalmente tengan, o sea, cada uno tenga su identidad como como era antes de pandemia, el panorama de que lugares había para tocar, donde tocábamos.
-¿Se imaginaban el crecimiento de los últimos años?
Ariel: -Creo que nosotros sentíamos que se venía algo, pero por nuestra cuenta. Todo era mucho más espaciado y no había tantas fechas para tocar por mes, pero resulta que cae toda la pandemia y eso hace que se refloten un montón de cosas. Había una movida, pero estaba un poco… no quiero decir “dormida”, pero poco excitante. ¡Y eso nos excitaba! Después hubo como tres camadas de post-pandemia, con mucho entusiasmo.
Dos discos juntos
Casi como para romper otra regla, a fines del año pasado salieron dos discos de Winona Riders. Por un lado, en noviembre salió su tercer disco de estudio, No hagas que me arrepienta, y en Nochebuena lanzaron un EP junto al grupo inglés Black Market, Duotone.

Según Ariel, “Lo primero fue lo último, digamos.Pero se atrasó y en ese interín salió nuestro álbum, así que lo sacamos como un regalo de Navidad para la gente”.
En cuanto a los próximos planes, si bien tocaron en Chile, Uruguay, Brasil y Perú, lo que sigue en una gran gira nacional y un nuevo disco. Todo a su manera, sin comprometer sus ideas.
Cortesía de Clarín
Dejanos un comentario: