¿Has escuchado la palabra “apapachar“? Este término usado comúnmente en México, heredado del náhuatl, hace referencia al acto de abrazar de manera afectuosa o consentir a alguien. Poéticamente se define como “acariciar con el alma”. En este sentido, la lengua japonesa también cuenta con un sinfín de expresiones que necesitan frases completas tan solo para definir un concepto en otro idioma.
Butsukari otoko. Como ocurrió hace algunos años cuando se popularizó el manspreading (acto de los hombres por sentarse con las piernas muy abiertas en el transporte público), en Japón ya también existe un término para definir comportamientos masculinos que, igualmente, ocurren en los trenes. Un fenómeno tan extraño como preocupante definido como “hombres que embisten”.
Tal como contó The Japan Times, persiste una tendencia suscitada en inmediaciones del transporte público de la nación. Allí, hombres atacan deliberadamente a las mujeres. Desde empujones, hasta agresiones más violentas como codazos, golpes y patadas, los llamados chūnen dansei (“hombres de mediana edad”) han sido captados mientras agreden incluso a jóvenes embarazadas o con carritos para bebés.
Sutoresu kaishō. Este otro término se refiere a la “liberación de estrés”, la cual, según se explica, es la razón detrás de estas agresiones. Así, eligen víctimas consideradas como vulnerables para empujarlas y enfatizan esta agresión con expresiones como jama nanda yo (“estás en mi camino”) o doke yo (“muévete”). Además de la intención del daño físico, buscan generar un ambiente de hostilidad.
Ante la ola de casos, el medio recomendó pedir ayuda o bien, presentar una denuncia por daños. Sin embargo, enfatizaron que en lugares muy transitados pueden utilizarse frases comunes como tōrimasu, (“voy a pasar”) o tōshite kudasai, (“por favor, déjeme pasar”). Útiles también en caso de encontrarse con los dokanai ojisan (“hombres que no se mueven”), quienes simplemente bloquean espacios.
Sumimasen. Parte de la complejidad del fenómeno está en lo normalizado que está. En la cultura japonesa, donde la cortesía es un valor fundamental, muchas personas afectadas suelen restarle importancia al incidente y simplemente responden con un “disculpe” tras ser empujadas. El problema se hace más grande cuando uno analiza que lo que aparentan ser gestos menores, pueden ser considerados como delitos.

Las compañías ferroviarias han señalado que este tipo de agresiones se consideran meiwaku kōi (“conductas molestas”). De hecho, algunas víctimas han subrayado la importancia de denunciar inmediatamente a la policía, ya que ciertos casos de butsukari involucran a agresores reincidentes. De igual manera, de ser posible se recomienda tomar fotografías del atacante para facilitar su identificación.
Itai. “Me ha hecho daño” es la respuesta a la que recurren algunas mujeres víctimas de percances. Curiosamente, si bien existen términos específicos para describir a los hombres que actúan de forma agresiva en el transporte público, no hay equivalentes establecidos para referirse a mujeres con conductas similares. Así que, si como mujer tienes planes de ir a Japón, o tienes cuidado o aprendes frases para confrontar a alguien.
Cortesía de Xataka
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