Muchas mujeres en transición menopáusica experimentan lo que describen como “niebla mental”: dificultades para concentrarse, recordar información o procesar ideas con claridad. Un nuevo estudio sugiere que esta sensación podría estar relacionada con los niveles de hierro en sangre, incluso en ausencia de anemia.
Aunque los cambios hormonales durante la perimenopausia explican parte de las alteraciones cognitivas, otros factores biológicos menos explorados podrían estar involucrados. Uno de ellos es el hierro, un nutriente esencial para el transporte de oxígeno y la función cerebral. La relación entre el hierro y la salud neurológica en esta etapa vital es ahora objeto de atención científica.
El estudio, publicado en 2025 en la revista Nutrients, fue realizado por investigadores de la Universidad de Oklahoma y se centró en analizar la relación entre el estado del hierro y el rendimiento cognitivo en mujeres perimenopáusicas. Utilizando análisis de sangre, resonancia magnética (MRI) y pruebas cognitivas con electroencefalograma (EEG), los autores evaluaron cómo distintos indicadores de hierro se asocian con la actividad cerebral y la memoria. Los resultados revelaron una relación directa entre mejores niveles de hierro en sangre y un funcionamiento cerebral más eficiente.
Mejor hierro en sangre, mejor funcionamiento cognitivo
El estudio analizó a 27 mujeres sin anemia, pero con niveles de hierro que variaban entre normales y bajos según la edad y el grupo étnico. Se observó que las participantes con niveles más altos de ferritina sérica (un marcador de reservas de hierro) tenían un mejor rendimiento en pruebas de memoria, atención y aprendizaje. Además, presentaban tiempos de reacción más cortos y mayor precisión en las tareas.
Este beneficio no se limitó a la ferritina. Otros marcadores hematológicos relacionados con el transporte de oxígeno, como la hemoglobina, el hematocrito o el volumen corpuscular medio, tambien se asociaron con un rendimiento cognitivo superior. Esto sugiere que el oxígeno disponible para el cerebro, mediado por el hierro, podría influir directamente en la claridad mental.
La niebla mental en la menopausia podría tener una explicación metabólica y no solo hormonal. Aunque ninguna de las participantes tenía anemia, aquellas con niveles de hierro por debajo del percentil esperado para su edad mostraron un rendimiento cognitivo inferior.

Actividad cerebral y hierro: una relación eléctrica
A través del EEG, los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro durante las pruebas cognitivas. Las mujeres con mejor estado del hierro mostraron señales cerebrales más intensas, especialmente en tareas que requerían atención y procesamiento rápido. La amplitud de las señales se correlacionó positivamente con los niveles de ferritina.
Estas diferencias no eran sutiles. El patrón fue consistente en todas las pruebas realizadas, lo que refuerza la hipótesis de que el hierro en sangre influye directamente en la eficiencia funcional del cerebro.
Si bien también se detectaron algunas correlaciones menores entre EEG y otros marcadores del sistema hematológico, el vínculo más fuerte fue con la ferritina sérica y su percentil.
Esto podría ofrecer una herramienta futura para identificar a mujeres con mayor riesgo de niebla mental durante la perimenopausia.
El hierro en sangre no predice exceso de hierro en el cerebro
“Cuando una mujer hace la transición menopáusica, ya no pierde sangre mensualmente, lo que significa que ya no pierde hierro”, dijo Michael Wenger, autor del estudio y profesor de psicología de la Universidad de Oklahoma.
Una de las preocupaciones clínicas es que mejorar los niveles de hierro podría derivar en acumulación cerebral, lo cual se ha vinculado a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Sin embargo, el estudio no encontró ninguna relación entre el hierro en sangre y los niveles de hierro en el cerebro.
La resonancia magnética permitió medir el hierro cerebral en regiones como el tálamo, el putamen, la corteza prefrontal y el hipocampo. Los resultados mostraron que las variaciones en los marcadores sistémicos de hierro no se correlacionaban con cambios en la concentración de hierro cerebral.
Esto representa una buena noticia: mejorar el estado del hierro en mujeres perimenopáusicas podría traer beneficios cognitivos sin aumentar el riesgo de daño neurológico.

Una transición marcada por cambios fisiológicos
Durante la perimenopausia, el cuerpo femenino atraviesa una serie de transformaciones hormonales, circulatorias y metabólicas que afectan distintos sistemas del organismo.
Uno de los cambios más relevantes es la interrupción gradual de la menstruación, que provoca una disminución significativa en la pérdida mensual de hierro. Este fenómeno, aunque puede considerarse beneficioso desde el punto de vista hematológico, también implica un reajuste complejo en el equilibrio de minerales, que influye en funciones como el transporte de oxígeno, la energía celular y la función cerebral.
Sin embargo, a pesar de esta reducción en la pérdida de hierro, muchas mujeres en transición menopáusica presentan niveles de hierro en sangre por debajo de lo esperado para su grupo etario.
El estudio sugiere que esta discrepancia podría deberse a varios factores, como cambios en la absorción intestinal, inflamación subclínica o alteraciones hormonales que afectan el metabolismo del hierro.
Lo importante es que este déficit puede pasar desapercibido, ya que no necesariamente se manifiesta como anemia clínica, pero sí como un rendimiento cognitivo menor o síntomas como niebla mental.
Una oportunidad para mejorar la salud cerebral en mujeres
Los autores plantean que evaluar con más precisión los niveles de hierro en mujeres en esta etapa podría ser una herramienta valiosa para la medicina preventiva. Corregir niveles subóptimos antes de que aparezcan síntomas severos permitiría reducir el impacto cognitivo y mejorar la calidad de vida sin necesidad de esperar a que se manifieste una deficiencia evidente o enfermedad hematológica.
Los hallazgos de este estudio abren la puerta a nuevas estrategias clínicas. Si bien se necesitan estudios más amplios para confirmar los resultados, evaluar los niveles de hierro podría convertirse en una práctica habitual en el seguimiento de la salud cerebral durante la menopausia.
La niebla mental no debería considerarse un síntoma inevitable. Entender sus causas físicas permite actuar con más precisión y evitar que afecte la funcionalidad diaria.
El hierro, además de su rol en el metabolismo, podría ser una pieza clave en la prevención de alteraciones cognitivas durante una de las transiciones más importantes en la vida de la mujer.

Claridad mental también desde la sangre
“Estos datos fueron sorprendentes, y buenas noticias, porque parece que tener niveles de hierro que están iguales o por encima de lo que deberías esperar para tu edad, no significa que estés acumulando más hierro en tu cerebro”, dijo Wegner.
Este estudio demuestra que el hierro en sangre está estrechamente vinculado a la memoria, la atención y la actividad cerebral en mujeres perimenopáusicas, incluso sin anemia.
Corregir niveles bajos de hierro podría aliviar la niebla mental y mejorar la calidad de vida sin incrementar el riesgo de acumulación cerebral. Detectar este desajuste a tiempo podría ofrecer una solución sencilla a un problema frecuente y poco abordado.
En un momento de grandes cambios físicos y emocionales, una atención más precisa al hierro podría marcar la diferencia entre el olvido constante y la claridad mental.
Referencias
- Barnett AL, Wenger MJ, Miles P, Wu D, Isingizwe ZR, Benbrook DM, Yuan H. Cognitive Performance in Relation to Systemic and Brain Iron at Perimenopause. Nutrients. 2025; 17(5):745. doi: 10.3390/nu17050745
Cortesía de Muy Interesante
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