Perú: cayó el gabinete en pleno tras la renuncia del primer ministro

Desde Lima

El gobierno de Dina Boluarte se hunde cada vez más. Cayó el gabinete ministerial, y se agrava la crisis de un gobierno que desde hace buen tiempo se debate en un estado de permanente crisis. El jefe del gabinete de ministros, Gustavo Adrianzén, renunció la noche del martes, un día antes que el Congreso vote un pedido para censurarlo. La crisis ministerial estalló cuando quedó claro que las bancadas parlamentarias aliadas de Boluarte le habían dado la espalda y votarían a favor de la censura al jefe del gabinete, señalado por la grave crisis de inseguridad ciudadana, por el incremento de la delincuencia y por la incapacidad gubernamental

En una desesperada jugada de última hora para evitar la censura en el Congreso, en la tarde del martes se anunciaron sorpresivamente tres cambios ministeriales: en Interior, Economía y Transportes. Pero la torpe maniobra no funcionó. Las bancadas parlamentarias calificaron esos cambios en el gabinete como insuficientes y una estrategia para evitar la censura y mantener a Adrianzén, y anunciaron su voto a favor de la censura. Bancadas aliadas del gobierno se pasaron al lado de la censura. 

El fujimorismo, aliado clave de Boluarte, viendo que la censura ya era segura y que el costo político de seguir defendiendo al cuestionado Adrianzén y al desacreditado gobierno era muy alto, se dio vuelta y le quitó su apoyo al gabinete. La suerte de Adrianzén estaba echada. Horas después, en la noche del martes, anunció su renuncia.

Las horas finales de Adrianzén

El abogado Adrianzén estuvo un año y dos meses al frente del gabinete ministerial. Mientras la delincuencia se disparaba y la crisis política se agudizaba, dedicó la mayor parte de su tiempo a defender a la presidenta frente a las graves acusaciones por corrupción, violaciones a los derechos humanos y otros cargos, y en atacar a la fiscalía que la investiga. De posturas autoritarias y con una gestión que negaba la grave crisis al tiempo que la profundizaba, Adrianzén estaba muy cuestionado. 

El detonante de su caída fue el asesinato de 13 trabajadores en una mina por las mafias de la minería ilegal, que han tenido un gran crecimiento durante este gobierno y ahora mueven más dinero que el narcotráfico. Los 13 trabajadores asesinados fueron secuestrados el 25 de abril y encontrados muertos en un socavón minero el 4 de mayo. Cuatro días antes del hallazgo de los cadáveres, Adrianzén apareció en una conferencia de prensa negando el secuestro que había sido denunciado varios días antes. Estos hechos marcaron el inicio de sus horas finales.

Cambiar para que nada cambie

La renuncia de Adrianzén arrastró la de todo el gabinete. Los tres ministros nombrados el martes debieron renunciar el mismo día que juramentaron el cargo. Reflejo de un gobierno caótico. Este miércoles, Boluarte nombró al nuevo gabinete ministerial. El cuarto de su gestión que se inició en diciembre de 2022. Pero en realidad se trata del mismo gabinete con el único cambio de Adrianzén. Los otros 18 ministros que renunciaron el martes, muchos de ellos muy cuestionados, fueron ratificados.

Como parte de esta continuidad, el reemplazante de Adrianzén es quien era su ministro de Justicia y Derechos Humanos, el abogado Eduardo Arana, muy cercano a Boluarte. En el despacho de Justicia, Arana ha sido reemplazado por quien fue su viceministro. Sobre Arana pesan acusaciones por su cercanía con magistrados acusados de integrar una mafia judicial ligada al fujimorismo. Ha justificado la represión gubernamental contra las protestas sociales que ha dejado 49 muertos y respaldado leyes que favorecen la impunidad de la corrupción política y al crimen organizado. Como Adrianzén, es un incondicional defensor de Boluarte frente a las graves acusaciones en su contra.

La decisión de Boluarte de nombrar jefe del gabinete al cuestionado Arana y mantener a los otros ministros ha sido criticada por diversos sectores políticos, sociales y gremiales, que reclamaban cambios ministeriales ante la gravedad de la crisis. Arana deberá pedir un voto de confianza al Congreso para ser ratificado en el cargo. El congresista de izquierda Jaime Quito calificó como “una burla a la ciudadanía” mantener a los mismos ministros. La derecha y extrema derecha que son mayoría en el Congreso sostienen al gobierno, pero no es seguro su respaldo en bloque al gabinete Arana. 

Con las elecciones generales de abril de 2026 cada vez más cerca y el gobierno muy desacreditado -una reciente encuesta de Ipsos revela que Boluarte tiene apenas dos por ciento de aprobación-, por cálculo electoral los aliados de Boluarte comienzan a distanciarse de la presidenta a la que han sostenido a cambio de un régimen favorable a sus intereses. El anuncio de la censura a Adrianzén que precipitó su renuncia es una muestra de eso. Es un resquebrajamiento pero no una ruptura total de esta alianza de gobierno.

En medio de la crisis ministerial, este miércoles hubo un paro y movilizaciones en Lima y distintas ciudades del país en protesta por el aumento de la criminalidad -especialmente las extorsiones y los asesinatos- y contra la ineptitud, autoritarismo y corrupción del gobierno. 

Cortesía de Página 12



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