En 1925, la desaparición de un explorador en la región de Mammoth Cave, en Kentucky, Estados Unidos, revolucionaría para siempre el mundo de la exploración espeleológica. No solo por el gran evento mediático en el que se convirtió, sino también porque dio lugar al parque nacional de cuevas más extenso del mundo. Esta es la trágica historia de Floyd Collins.
Todo comenzó el 30 de enero, cuando Collins bajó a Sand Cave con el propósito de encontrar una entrada que pudiera convertir en una atracción turística. Recordemos que por aquella época existía la llamada “guerra de las cuevas” en la región. En ese entonces, los propietarios competían por atraer visitantes a sus cuevas y Collins confiaba en que su hallazgo lo pondría a la cabeza.
La expedición se complica
De acuerdo con los historiadores, las cosas se complicaron cuando una roca de 12 kilogramos cayó sobre su tobillo y lo dejó atrapado en un pasadizo subterráneo tan estrecho que apenas permitía la entrada de una persona a la vez. Cuando los vecinos notaron su ausencia, se organizó un equipo de rescate en el que participaron exploradores, geólogos y curiosos locales.
Los esfuerzos por rescatarlo duraron dos semanas. De acuerdo con The New York Times, el primero en comunicarse con Collins fue Jewell Estes, un joven de 17 años. Por desgracia, las condiciones de la cueva impedían llegar hasta el explorador. Así que comenzó una excavación que avanzaba más lento de lo necesario.
Los días pasaban y la situación de Collins empeoraba. El 3 de febrero la historia llegó a medios nacionales. Miles de personas viajaron a Kentucky donde improvisaron una especie de cueva alrededor de la cueva. Tal fue la masificación de personas que tanto la Guardia Nacional como la Cruz Roja se presentaron para controlar a la multitud e instalar campamentos. De hecho, se atendieron más casos de intoxicación por alcohol que emergencias reales.
Un legado grabado en piedra
Algunos de los presentes afirmaron que todo era un montaje, mientras que otros insinuaron que Collins había sido asesinado. Mientras las noticias falsas y los rumores se esparcían, los rescatistas excavaban sin descanso un pozo vertical de 17 metros con el cual buscaban llegar hasta el hombre. Por desgracia, el tiempo jugó en contra y finalmente, el 16 de febrero, cuando finalmente lo alcanzaron, Collins llevaba muerto 24 horas debido a la exposición, el agotamiento y la inanición.
Aunque su historia terminó en tragedia, el impacto fue profundo. La fama de Collins ayudó a reavivar el interés por convertir Mammoth Cave en un parque nacional. Pese a que la idea que ya había sido discutida antes, no tuvo éxito. No obstante, el parque fue autorizado un año después de la muerte del explorador, en 1926, y establecido formalmente en 1941.
Hoy, Mammoth Cave National Park es el sistema de cuevas más extenso del mundo, con más de 686 kilómetros de pasajes documentados. Aunque Sand Cave, donde ocurrió el incidente, no forma parte del parque en sí, la figura de Floyd Collins sigue presente en cada recorrido hecho por los guías, como forma de honrar su memoria.
Cortesía de Xataka
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