
Los impactos de la inédita jornada electoral de este domingo empiezan a revisarse ya desde distintas aristas. Desde algunos sectores del PRI y el PAN surgen reproches a la estrategia que asumió la oposición de no votar: calculan ahora que, con esta omisión, cedieron a Morena puestos claves en el Poder Judicial.
Las críticas surgen desde el panismo calderonista y de priistas de la “vieja guardia”, alejados a las dirigencias actuales encabezadas por Jorge Romero y Alejandro Moreno: al mirar los resultados preliminares, que apuntan a una muy baja participación en la jornada electoral, advierten que de haber movilizado votos de la oposición, habrían logrado retener algún puesto clave de la justicia, como un ministro, o una magistrada.
Sin embargo, las dirigencias de ambos partidos apostaron a llamar a no votar. De hecho, este domingo, en las calles de Reforma de la Ciudad de México, cientos de personas protestaron contra esta elección, convocados por organizaciones como Va por México y bajo el lema de “Domingo negro”.
“Si quieren controlar la Justicia con menos del 10% de participación, iremos a la OEA”
Lejos de este criterio, la oposición orgánica critica que la estrategia de las dirigencias se haya concentrado solo en demostrar la falta de la movilización del gobierno por la baja participación.
No es un enfoque del todo equivocado, afirman las fuentes consultadas por LPO, pero analizan que, ante la baja participación, de haber promovido la votación, hubieran alcanzado votos para que candidatos aliados de estos partidos hubieran llegado a la Suprema Corte o al tribunal.
“Si nosotros nos hubiéramos organizado para también votar, con alrededor de 600 mil votos podrías haber metido algún ministro”, se queja una de las fuentes.
Cortesía de La Política Online
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