Por años, tener un Mustang Eleanor como el de la película 60 Segundos, protagonizada por Nicolas Cage, podía costarte mucho dinero. Y no por el precio del auto, sino por la posibilidad real de terminar demandado. Pero eso acaba de cambiar. En una decisión histórica, la Corte del Noveno Circuito de Estados Unidos determinó que Eleanor no es un personaje protegido por derechos de autor, sino un accesorio. Esto libera el camino para construir réplicas sin problemas legales.
La disputa arrancó hace más de dos décadas, según reportes de Clarín. Denice Halicki, viuda del cineasta Henry Blight Halicki, creador de la versión original de la película en 1974, demandó a todo aquel que se atreviera a replicarlo sin su autorización. La mujer argumentaba que Eleanor era un personaje, no solo un automóvil. Shelby y varias compañías que ofrecían conversiones fueron blanco de estas demandas. Algunas perdieron, otras negociaron. Hasta ahora.
El tribunal analizó si el Eleanor de la película 60 Segundos podía considerarse entidad con identidad propia. La conclusión fue contundente: no. A diferencia del Batimóvil, que sí ha sido protegido como personaje, el Mustang Eleanor no tiene rasgos constantes ni personalidad definida. Es, a fin de cuentas, un coche con estética modificada que podría haber sido reemplazado por otro modelo sin afectar la historia.
Mustang Eleonor.
El Eleonor original de la película del 2000, era un Ford Mustang Shelby GT500 de 1967, que Chip Foose modificó. Este vehículo contaba con pintura gris con franjas negras, faros auxiliares montados al frente, sistema de escape lateral y parrilla agresiva. Su motor V8 de bloque pequeño, con cabezas de aluminio y transmisión manual Tremec de cinco velocidades, entrega una experiencia de manejo que combina lo clásico con lo moderno. Es tan relevante que incluso se le considera el primer restomod de la historia.
El interior de este Ford Mustang que se convirtió en estrella de cine presumía de asientos de competición, cuadro de instrumentos personalizado y una palanca de cambios con el mítico botón “Go, baby, go”. Cada réplica bien hecha puede incluir estas características, pero ahora pueden construirse sin miedo a represalias legales. No hace falta esconder el auto ni evitar eventos de autos modificados por temor a una orden judicial.

Mustang Eleonor desde el interior.
Un logro para la industria de los autos personalizados
Esta decisión representa más que libertad para los talleres que modifican autos y la industria de autopartes. Es un triunfo para la cultura automotriz. Las réplicas de Eleanor han sido parte del folklore automovilístico desde hace 25 años. Desde los Mustang originales usados en la película hasta las conversiones basadas en fastbacks auténticos, el Eleanor moderno ha impulsado el boom de los autos personalizados en las últimas dos décadas.
Aunque Halicki podría intentar apelar, el fallo de 2025 sienta un precedente fuerte. Shelby podría aprovecharlo para lanzar una edición oficial, mientras preparadores independientes seguramente ya sueñan con ofrecer paquetes Eleanor listos para carretera. El Mustang que salta por el puente Vincent Thomas, perseguido por decenas de patrullas, ahora puede ser tuyo. Eleanor ya no es intocable, ahora espera a su Memphis Raines.
Fotos | Mecum
Cortesía de Xataka
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