Una nueva hazaña de la arquitectura fue alcanzada en la villa de Mulegns, en Suiza. Se trata de la torre Tor Alva (Torre blanca), una estructura de 29.8 metros realizada con impresión 3D. El proyecto consiste en una serie de columnas entramadas que recuerdan a la forma de un pastel.
La popularidad de las impresoras 3D es tal que cada vez se experimenta más con nuevos materiales. Fue así como se desarrolló la construcción de edificios con impresión 3D, en la que en lugar de filamentos de plástico se usa concreto.
Ahora, un nuevo logro en la tecnología de impresión 3D fue alcanzado de la mano del arquitecto Michael Hansmeyer, y Benjamin Dillenburger, profesor de la Universidad Politécnica Federal de Zúrich.
La torre está construida casi en su totalidad con técnicas de impresión 3D, lo cual agregó otro nivel de dificultad al edificio. Para lograrlo fue necesaria una simbiosis entre arte e investigación, pues encontrar los materiales ideales tomó tiempo.
Tras una serie de pruebas, se consiguió una versión de concreto apto para impresión 3D que endurece rápidamente, lo que le da firmeza instantánea a cada capa, pero también conserva suficiente humedad para que siga siendo adherente con la capa siguiente. Como ocurre con la mayoría de edificios construidos con esta técnica, las piezas se imprimieron por separado en un taller con la maquinaria para posteriormente ser transportadas a la zona de ensamblado.
En total, fueron necesarias 900 horas para imprimir las 124 piezas que componen la torre, entre columnas, plataformas y demás uniones. Previo al periodo de impresión, el equipo desarrolló innovadoras técnicas de moldeado 3D, con el objetivo de lograr avances en la sustentabilidad del concreto, y al mismo tiempo conseguir una estructura más estable y resistente. Las investigaciones ayudarán a crear nuevas y mejores técnicas de construcción 3D.
Otra de las grandes ventajas de estas técnicas, es que los edificios pueden ser replicados gracias a que se conservan los planos y moldes 3D usados por las máquinas encargadas de la impresión.
Cortesía de Xataka
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