Es innegable decir que la película Titanic de 1997 es un hito en la historia del cine. Tanto por su recepción de taquilla, entre la crítica, la propia cultura popular y por haber lanzado al estrellato a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Esta última, por cierto, parece que nunca más la veremos en un proyecto del director James Cameron.
Y no es para menos, el cineasta suele apostar por proyectos que sí o sí son un blockbuster. De hecho, actualmente su carrera está enfocada en la saga de ciencia ficción Avatar, que le llevará unos cuantos años completar. Pero para lograr la magnitud de sus filmes es evidente el compromiso tanto de la producción como de los actores.
Para ejemplo de ello se encuentra la propia Winslet. Fue durante una entrevista con Los Ángeles Times que la actriz británica platicó acerca de las dificultades que atravesó durante el desarrollo de aquel drama romántico. Valga la redundancia, fue un trabajo titánico que, en sus palabras, describe como “una prueba difícil”.
“El primer día empezó a las 5 de la mañana y terminó a la 1 de la madrugada. Nada podría haberme preparado para eso. Hubo bastantes días de 20 horas. Y dos tercios del rodaje fue de noche, porque el Titanic se hundió de noche. A veces te encontrabas almorzando a las 2 de la madrugada o desayunando a las 4 de la tarde. Era muy desorientador“.
Ahora bien, la razón por la que no volvería a trabajar bajo la dirección de James Cameron no es tanto porque hubieran roces entre ambos artistas, sino por lo complicado que resulta dar el 100% cuando, en realidad, el director es tanto exigente como meticuloso con sus proyectos.
“Es un buen tipo, pero el problema era que su visión para la película era tan clara como intensa. Tiene un temperamento que no te lo puedes imaginar. Aun así, los actores salimos bastante bien parados. Creo que Jim sabía que no podía gritarnos como lo hacía con su equipo, porque eso arruinaría nuestras interpretaciones”.
Así, rememoró la escena en la que su personaje corre junto al de DiCaprio, Jack, en medio de un pasillo del barco perseguidos por una enorme ola. Es entonces cuando se encuentran con una reja, su abrigo queda atrapado y comienza a sumergirse bajo el agua. Al respecto, Winslet menciona que el director cortó la toma solo para volver a empezar.

De hecho, el medio recaba testimonios del propio Cameron quien confirmó que Winslet no que se quejó. Sin embargo, reconoció que a pesar del desempeño y compromiso de la actriz el desgaste era un punto inevitable. Además, describió estos percances como algo normal en un filme: “Si te caes de un caballo, vuelves a montarlo”.
“Yo ya sabía que Kate era bastante estoica, nunca me expresó que no quisiera seguir. No me di cuenta hasta unos diez minutos después de que en realidad estaba muy afectada. No era raro que, después de una escena emocional fuerte, Kate se fuera a llorar una hora, como parte del proceso. En esta escena nunca estuvo realmente en peligro físico, pero ella lo percibió así. […] Si tuviera que hacerlo de nuevo, probablemente haría lo mismo”.

Aunque contrajo gripe, se expuso a aguas heladas, le salieron moretones en el cuerpo y hasta se astilló un hueso del brazo, Winslet se consagró como una de las grandes estrellas de su generación. Al final, el esfuerzo recompensó a todos los involucrados ya que Titanic al día de hoy se mantiene como una de las películas más taquilleras de la historia.
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Cortesía de Xataka
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