El Origen es una de las películas de ciencia ficción más populares de los últimos años. Su trama en rebuscada entre crimen, atracos, sueños, imaginación y realidad dieron por sentado una historia tan compleja como comentada entre el público. Claramente vamos a hablar de su polémico final, pero desde un punto de vista distinto.
Como tal no abordaremos el tema sobre si el personaje de Cobb, interpretado por Leonardo DiCaprio, regresa al mundo real o no, sino sobre cómo fue el proceso de escritura de su director, Christopher Nolan, para darle cierre al guion. Lo anterior dado que un solo detalle fue el punto clave para culminar una década de trabajo.
Durante una entrevista para Deadline, el cineasta confesó que este fue uno de los proyectos que más le costó realizar durante mucho tiempo. El gran problema partió de cómo adoptar diferentes perspectivas a fin de lograr una experiencia emocional con el público. Cuestión que ejemplificó como un rompecabezas.
“La última pieza del rompecabezas para mí con el guion que había estado intentando terminar durante unos 10 años era descubrir cómo conectar emocionalmente con el personaje central de una manera que la convirtiera en una historia más emotiva”.
Si recordamos, la trama parte de un grupo criminal que se introduce a los sueños de las personas para extraer información guardada en su subconsciente. Cuando Cobb y su equipo se enfrentan a una nueva misión, ahondamos en el pasado del protagonista para conocer sus más grandes temores y deseos.
“La razón por la que me obsesioné con esto es que primero había ideado las reglas del mundo, usando el género de atraco como una forma de entrar. El problema es que las películas de atraco tienden a ser un poco superficiales, glamurosas y divertidas. No suelen ser emocionalmente atractivas“.
Como explicó Nolan, más allá de la espectacularidad visual o las situaciones a las que se enfrentan los personajes, lo realmente complicado de plasmar en el papel fue la parte emocional y psicológica de Cobb. Dicho aspecto era fundamental para conectar con el público, dar un cierre que fuera de la mano de la trama y que valiera la pena.
De lo que me di cuenta después de darme cabezazos contra la pared durante 10 años tratando de terminarlo es que cuando se trata del mundo de los sueños, la psique y el potencial de una mente humana, tiene que haber riesgos emocionales. Descubrí la conexión emocional del personaje central con el público y lo hice sobre seguir su viaje a casa con sus hijos y su amor por su esposa. Esas realmente fueron las piezas finales del rompecabezas que me permitieron terminar el guion.
Si dejamos de lado aquel debate sobre el final y el tótem de Cobb, descubrimos que el detalle esencial era mostrar los tormentos personales de protagonista y su decisión de volver con sus hijos. De hecho, el propio Nolan ya resolvió esa incógnita hace años al decir que “la ambigüedad no es emocional”.
“A veces adoptas un enfoque objetivo para superar las cosas, y otras veces adoptas un enfoque subjetivo, lo que te permite crear una experiencia emocional para el público“.
A fin de cuentas, ahora sabemos la motivación real de aquel debatido final que tanto le costó plasmar a Nolan. Eso sí, también persiste la discusión sobre el supuesto plagio a la obra de Satoshi Kon, Paprika, pero eso es otra historia. Si gustas disfrutar de El Origen, te recordamos que puedes encontrarla en Max y Amazon Prime Video.
Cortesía de Xataka
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