Muchos consumen chía por sus beneficios, pero no todos deberían hacerlo: estas son las excepciones

En años recientes, la chía ha ganado gran popularidad debido a sus grandes beneficios. En especial, es apreciada por aquellas personas que desean quemar grasas y regular el azúcar en la sangre. De acuerdo con un boletín de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), esta semilla obtenida de la planta Salvia hispánica es considerada como un “superalimento” y destaca por su alto contenido de nutrientes esenciales.

No obstante, la chía no es un alimento milagroso. De hecho, si no se consume de manera informada y con moderación, puede tener efectos adversos en algunas personas. Aunque beneficiosa y nutritiva, en exceso puede reducir la absorción de nutrientes, provocar malestares como diarrea o incluso ocasionar problemas si se mezcla con ciertos medicamentos.

Beneficios de la chía

Comparada con otras semillas, la chía contiene el doble de proteína, cinco veces más calcio que la leche, el doble de potasio que un plátano y tres veces más hierro que las espinacas. Además, su fibra soluble prolonga la sensación de saciedad, apoya la digestión y ayuda a controlar la glucosa, lo que la vuelve una aliada para las personas con diabetes.

Por si fuera poco, los ácidos grasos omega‑3 y 6 presentes en la chía superan incluso a los del lino y el salmón, protegen contra problemas cardiovasculares y reducen el colesterol “malo”. También contiene antioxidantes como ácido clorogénico, cafeico, quercetina y kaempferol, que contribuyen a eliminar toxinas y fortalecer el sistema inmunológico.

Contraindicaciones

A pesar de todos sus beneficios, la chía no está exenta de efectos adversos. El exceso de fibra puede causar malestares digestivos como hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento, especialmente en personas que no están acostumbradas a consumirla. Además, al tener efecto hipotensor, puede reducir la presión arterial y potenciar el efecto de medicamentos para tratar la hipertensión.

Según Directo al paladar, otro factor a tener en cuenta sobre la chía es que es fuente de compuestos anticoagulantes. Al ingerirse con medicamentos que cumplan esa función, puede incrementarse el riesgo se sufrir sangrados o hemorragias. Tampoco es aconsejable para personas con diverticulosis, un afección que provoca el surgimiento de bolsas en el colon, pues generaría inflamación en las zonas afectadas.

Chia

Un alimento ancestral

Como se menciona en el boletín, la chía fue muy importante en el sur de México desde antes de la llegada de los españoles. Entre los mexicas y los mayas, esta semilla formó parte importante de su dieta. Estos últimos fueron quienes le dieron su nombre, que significa “fuerza” y los mensajeros las usaban para tener energía extra durante sus viajes.

En el caso de los aztecas, estos le daban a la semilla un uso medicinal. Este pueblo descubrió que la chía podía favorecer el flujo de saliva, calmar el dolor de articulaciones y eliminar la irritación en la piel. También tenía un uso ritual, motivo por el cual los españoles prohibieron su consumo y obligaron a la población a optar por otras semillas, como el maíz.

Cortesía de Xataka



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