En un giro drástico en la estrategia antidrogas, el Departamento de Justicia de EE.UU. ha acusado formalmente a altos mandos del Cártel de Sinaloa de «narcoterrorismo«. Esta designación legal, la primera de su tipo contra el grupo, eleva la lucha del ámbito criminal al de la seguridad nacional, con profundas implicaciones para México.
El gobierno de Estados Unidos ha dado un paso sin precedentes que redefine su enfrentamiento con el crimen organizado mexicano. A través de una acusación formal revelada el 13 de mayo, líderes clave del Cártel de Sinaloa han sido imputados por primera vez con cargos de narcoterrorismo y apoyo material al terrorismo, una escalada legal que endurece las penas y cambia las reglas del juego en la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Cortesía de Unomásuno.
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